Media película es Tom Holland en el que probablemente sea el mejor Peter Parker que se ha visto. Homecoming quizá se queda un poco a medio camino, pero es una película muy inteligente que tiene como protagonista a Spider-Man y elige para ello un antagonista de segunda categoría que, si bien está bien interpretado por Keaton, deja todos los focos para el trepamuros.

La película se ganó mi atención con el nombramiento de Holland como Spider-Man, pero definitivamente se convirtió en prioritario en cuanto los carteles que la anunciaban parodiaban las películas míticas de John Huges sin igual como referente en el cine teenager. Desgraciadamente la película, aunque lo intenta, no consigue explotar esa vertiente. Para que nos entendamos, hubiera preferido una Peter Parker: Homecoming a esta SPider-Man: Homecoming.

Buen espectáculo visual, divertida, con buen humor y a su manera diferente al resto de películas marvelitas. Algo así como Deadpool para niños, con poca violencia y un aire a película de tarde muy curiosa. Si no existieran ya mil películas de Marvel diría que es quizá demasiado anecdótica, pero contextualizándola acaba ganando como un pequeño descanso entre tanta epicidad y espectacularidad.