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Voto de Cinemagavia:
7
Drama Sin trabajo ni futuro, Álex y Cata han soñado toda la vida con irse del barrio juntas. Las dos saben que se tienen la una a la otra, lo que les ayuda a sobrellevar su realidad. Mientras planean su huida, cada noche la disfrutan como si fuese la última. Son frágiles, como el vuelo de las libélulas, suspendidas en equilibrio.
18 de septiembre de 2022
8 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Lirismo para soportar la falta de esperanza

Álex (Olivia Baglivi) y Cata (Milena Smit) son las absolutas protagonistas de Libélulas. Dos veinteañeras que viven en una zona deprimida de Madrid y que sueñan con escapar de la miseria. Escapar del dolor, la ausencia, la falta de oportunidades y la oscuridad que se cierne ante ellas. Ambas han sufrido mucho, con madres ausentes y padres enfermos a los que cuidar. Y ambas parecen haber sido olvidadas por una sociedad que ya ni siquiera las mira. Reservándoles exclusivamente territorios vacíos, descarnados y ausentes. Espacios en los que las dos amigas charlan, fuman, ríen y lloran. Por un futuro del que pueden hablar, pero al que no pueden hacer frente.

Todo retratado con un lirismo y una sensibilidad muy particular. Forma que Knowles lleva hasta su máxima expresión para componer secuencias bellamente desgarradoras. Fragmentos narrativos que hacen de lo lamentable algo bello. Haciéndose palpable el currículum del director en el terreno de los videoclips. Ya que la música es un recurso continuo durante todo el metraje. Un recurso muy bien utilizado para dar énfasis a la narración, sin caer en el subrayado. Dejando claro que por encima de recursos formales está la verdad de la pareja protagonista.

*La unión como resistencia

Porque Libélulas es una historia de la precariedad de una generación y especialmente es el relato de una amistad. La amistad de Cata (Milena Smit) y Álex (Olivia Baglivi), dos chicas que no tienen nada, pero que lo tienen todo al tenerse. Dos jóvenes llenas de dolor y un sentimiento desbordante de orfandad que les hace frágiles como dos libélulas. Pero que, sin embargo, siguen empeñadas en divertirse. Sabedoras que el vínculo que las une es quizás lo que les mantiene ancladas a la tierra. A esa tierra injusta, pero la única que tienen.

Y para componer esta pareja, la película brilla gracias a dos actrices que parecen destinadas a sus roles. Desde las primeras escenas, ambas desprenden una gran química. Un inmenso sentimiento de verdad, de unión y de complicidad. Las dos encajan a la perfección en sus personajes, aunque para mí lo de Milena Smit merece mención aparte. Siendo de esas actrices que no sabes la razón, pero enganchan. Poseedora de algo hipnótico que te hace querer saber más. Con un rostro exclusivamente suyo y unas maneras que siendo frescas, son más certeras.

*Visceral y quizás un poco segura de sí misma

Un trabajo interpretativo complejo que Libélulas lleva hasta el extremo. Siempre intensa, con el sentimiento a flor de piel. Destacar el plano secuencia en el que Álex le comunica a Cata que ha decidido volar en solitario. Un despliegue emocional, que va desde la incomprensión y la ira hasta el llanto y la inevitable reconciliación. Siempre con la cámara muy pegada al aliento de sus actrices. Siempre en búsqueda de la fragilidad que ambas encarnan.

Una búsqueda que ciertamente en ocasiones desprende cierta vanidad. Pareciendo que la historia está muy segura de su originalidad. Cayendo en ocasiones en lo excesivo para un debut. Así como sufriendo una cierta falta de profesionalidad por parte de algunos actores. Eso si, justificado en su tono realista y descarnado. Por lo que quizás su ambición también sea responsable de su sorprendente resultado final.

*Conclusión

En resumen, Libélulas en un admirable debut tras las cámaras de Luc Knowles. Un relato generacional sobre aquellos desprovistos de toda esperanza. Protagonizado por dos amigas que sueñan con dejar atrás su barrio y su dolor. Dos amigas que hacen de su unión su fuerza, frente a un mundo que las condena a los márgenes. Protagonizada con maestría por una magnífica Milena Smit y una sorprendente Olivia Baglivi, la cinta merece una oportunidad. La merece por su lirismo y su capacidad asombrosa para crear belleza de lo penoso. Y porque Smit y Baglivi son más realidad que ficción. Lamentablemente.

Escrito por Laura Tabuyo Acosta
Cinemagavia
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