*Trama interesante y con un tono distintivo

El argumento es conocido por la mayoría de los que nos hemos podido acercar o interesarnos por Tiempo de victoria: La dinastía de Los Lakers, está basada en hechos reales. Aunque no por eso es menos emocionante, lo que importa es el camino para llegar al objetivo, las dificultades y todo los elementos que hay detrás.

La historia tiene una narración ágil y recorre momentos clave de la temporada 1979-1980 del equipo. Desde la compra de la franquicia por Jerry Buss, la elección de Magic Johnson en el draft; pasando por las disputas entre Abdul-Jabbar y Johnson, la designación de entrenadores o partidos importantes en la temporada y playoffs.

No es original por lo que cuenta, si no cómo lo hace; aunque tampoco abundan las series de baloncesto. El tono de McKay (No mires arriba, La gran apuesta) es más que evidente, que participa como productor ejecutivo y director del primer episodio. Usa personajes carismáticos y que actúan de forma exagerada, y hace que hablen directamente al espectador en numerosas ocasiones; además de mezclar realidad y ficción en su imagen, dando más autenticidad.

*Viaje a la temporada 1979-1980

La ambientación es una de sus grandes bazas, consigue meterte en esos años de lleno. Gracias al uso creativo de la gama de colores y aspecto visual característico de esa época en la televisión. Además, juega muy bien el cambio de formato de imagen al antiguo 4:3.

Donde se puede notar más, y mejor queda lo comentado previamente, es en la retransmisión y recreación de los encuentros de la NBA. Aunque también se deja ver en otros momentos de la trama.

El efecto también los consigue con un genial uso de las localizaciones, decorando y adaptándolo a cómo era en esos años la ciudad de Los Ángeles y algunos lugares emblemáticos como el estadio de los Lakers, el Staples Center. Así como el diseño de vestuario con esos trajes y vestidos, gafas y demás.

*Gran reparto y actuaciones

Probablemente haya sido uno de los aspectos que más he disfrutado, la nómina de actores es excelente, y además están realmente bien en sus papeles. Empezando por Reilly y su interpretación del dueño Buss, que con sus diversas interpelaciones al espectador rompiendo la cuarta pared está magnético.

Destaca en el reparto Quincy Isaiah como la nueva estrella Johnson, consigue la sensación de ver al jugador de Lakers, muy convincente y carismático. No puedo dejar de mencionar otros nombres, como Jason Clarke haciendo de un inseguro y desquiciado Jerry West; y Hadley Robinson como la hija del jefe, Jeanie Buss, que se va haciendo paso con dificultades.

Por último, Adrien Brody haciendo de Pat Riley en los primeros pasos que forjarían su carrera como entrenador; o la pareja de coaches conformada por Jack McKinney y Paul Westhead, interpretados por Tracy Letts y Jason Segel, están magníficos.

*Fidelidad histórica y fans del baloncesto

No me voy a poner excesivamente técnico en este apartado, ya que no soy un gran experto de la historia de los Lakers ni de los encuentros que se jugaran ni cómo ocurrieron. Pero como mucha ficción que está basada en hechos reales se toma licencias en pro de un arco argumental más redondo.

Por ejemplo, es una inexactitud histórica en uno de los partidos en los que más se inciden en la temporada, el que enfrentaba a los Philadelphia 76ers de Julius Erving contra los Lakers. Se muestra cómo la estrella le hace un mate por encima de Johnson, cuando en la realidad fue otro jugador quien salió en el póster, Cooper. Y así puede haber más, ya que es imposible saber qué ocurría en los vestuarios y despachos entre jugadores y directivos.

Es una serie que puede disfrutar todo el mundo que esté medianamente interesado por el deporte, pero está más diseñada para los amantes del baloncesto, y también a los que conozcan a los jugadores implicados.

*Conclusión

Tiempo de victoria: La dinastía de Los Lakers es una serie muy amena sobre la famosa franquicia de la NBA y su primera temporada con Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar en el equipo. En especial para los amantes del baloncesto.

Pese a algunas inexactitudes históricas, está genialmente llevada y es emocionante. Tiene unos personajes que se hacen notar, con grandes actuaciones y una recreación visualmente bastante disfrutable.

Escrito por José Luis Arribas Gala