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Voto de Cinemagavia:
6
Thriller. Acción Un agente de operaciones especiales se enfrenta a un dilema moral cuando se infiltra en una organización criminal y se hace amigo del hijo del jefe.
30 de abril de 2023
15 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Violencia seca y en frío

Alias, a diferencia de gran parte de los thrillers norteamericanos, destaca por utilizar una violencia dura, seca, sin adornos, ni colorantes. Menudean los estallidos violentos donde los golpes realmente duelen, y además son recogidos de manera naturalista a través de la cámara. Quizá esta sea la mejor virtud que puede ofrece la película, toda vez que el resto de elementos son muy estándar. En realidad, la película cumple con la idea que podamos pensar de ella, como si tuviéramos que ir tachando de una lista los lugares comunes imprescindibles.

Así con todo, el arco correspondiente a la relación entre Adam y el hijasto de Victor Pastores es el menos común de todos. También el más desubicado; como llevando a la película a lugares sobrantes. Quizá el avispero de relaciones que Adam va conformando adolece de un remate adecuado en la mayoría de los casos. Particularmente en lo que a la familia Pastore se refiere. La vinculación entre el infiltrado y el medio donde se cuela es importante, y en Alias la cimentación y el remate podían haber sido mejores.

Se sentirán cómodos en este thriller los amantes de los ambientes sórdidos, suburbiales. propios del lumpen más lúgubre. No se escatiman lugares de mala nota, y cuando hace falta tirar de realismo sucio la película no decepciona. Además juega con conceptos como el narcotráfico o potenciales terroristas radicalizados sin excesivos adornos, yendo al hueso del asunto. Con un tono frío y gris quizá propiciado por algún resto de adn de la herencia del cine polar francés.

*Las varias historias de Alias

El guion de Alias se subdivide en varias líneas argumentales. De un lado tenemos la policíaca propiamente dicha, y que tiene que ver con el proceso de infiltración y mímesis de Adam dentro del clan Pastore. El mencionado proceso es algo esquemático pero solvente, aunque quizá podría haberse recurrido a una mayor cantidad de suspenso. Además, el operativo de la inteligencia francesa no es prodigio de organización o eficiencia.

Otro recoveco atañe a la relación entre Adam y Jonathan Pastore, el hijastro de Victor. No sé si existiría la idea de hacer algo tierno, pero en ese aspecto escasea. En esta fase de la película el infiltrado es como un hermano mayorzón, un pedagogo de los mamporros que enseña al niño a que no le avasallen los acosadores de su colegio. Además el chaval se siente bastante solo porque en su entorno todo el mundo está ocupado haciendo cosas de gánsteres. Esta amistad engloba una sección que puede recordar, salvando unas cuantas distancias, a El fuego de la venganza (2004), de Tony Scott.

El culmen de los momentos de acción son aquellos que tiene que ver con los chanchullos de narcotráfico y la amenaza terrorista. Alias se mueve como a escopetazos, alternando fases fases de relativa calma con otras altamente violentas. Particularmente hay dos situaciones que destacan en este aspecto. Los momentos explosivos son contundentes, y resulta encantador que durante unos cinco minutos Alias quiera ser The raid (2011). Pero no de forma contínua. Hay buenas intenciones en cada uno de los aspectos mencionados, pero ninguna culmina de forma redonda.

*Factura técnica de Alias

Tras Alias, hay mejor dirección que guion. Lo que quedará en nuestras retinas, si acaso, son las apañadas escenas de acción y un punzante uso de la violencia. Las peleas de Alban Lenoir también destacan sobre otras materias como, p.ej, los. tiroteos. Destaca una en el cuarto final de la película que está cerca de rozar un tour de force notable. El aspecto de la película es gris, y salvo la mansión de Victor Pastore (que no es que sea un sitio muy alegre) recoge un ambiente de tugurios, macarras, maleantes y demás selectas variantes de los más sórdido de los resquicios de París. Hay además un meritorio punto de verosimilitud.

*Conclusión

Alias tiene sus poderes en la creíble ambientación y en la contundente ejecución de sus escenas de acción. El problema es que ello sirve de asiento a un guion mejorable, que va saltando de arco en arco, sin rematar satisfactoriamente casi ninguno de ellos. Además la historia no avanza con la debida fluidez y las dos horas se nos hacen algo largas. Dentro del nicho de aficionados a los thrillers criminales, con algo de crítica política, sí puede encontrar acomodo en una tarde sin muchos quehaceres.

Escrito por Mariano González
Cinemagavia
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