Esta película de los hermanos Marx es un ejemplo más de la grandeza de su inagotable y atemporal esencia del cine en mayúscula. En esta película podemos ver reunidos a los 5 de la familia, y permitidme incluir a la gran Margaret Dumont como una Marx más, creo que su participación también es fundamental en toda su cinematografía. Una vez más vemos y disfrutamos de la sencillez de su cine: algunos numeritos músicales, algunos momentos recreando al cine mudo (genial la escena del espejo), y sobre todo sus diálogos y frases que quedan para la historia, dicho así es muy fácil, pero el conseguir todo junto y con esa gran perfección sólo estaba a la altura de un Groucho Marx, genio y figura.