"No me acabo de enamorar de los tíos con los que estoy, luego seré lesbiana". Con un planteamiento así de pobre arranca esta cinta, que explora la vida de una adolescente que descubre su orientación sexual. O algo así.
¿Cuántas personas, en edad de instituto, se sienten plenas y completas con sus parejas? ¿Enamorarte de UNA mujer te hace automáticamente lesbiana? Pero bueno, esto son cosas mías.

La vida de Adèle es una película del montón. Tiene un guión muy sencillo y que sin embargo deja cabos sueltos pese a durar tres horas. Las interpretaciones son fantásticas y el filme consigue en muchos momentos transmitirnos una naturalidad poco frecuente en el cine comercial; de ahí mi puntuación.
Sin embargo, es irregular. Dividida en dos grandes capítulos, la primera parte alude al desarrollo de la Adèle adolescente y a su encuentro e inicio de relación con Emma; la segunda se centra, (¿cuántos?) años más tarde, en la decadencia de su relación. La primera parte, con algunos problemas, me gustó bastante y me enganchó a la química entre las dos actrices. La segunda me decepcionó mucho, ya que no se da respuesta a cuestiones planteadas antes y la forma en que el conflicto se introduce me parece un poco pobre.

Cabos sueltos: la relación con la familia de Adèle y su reacción ante el noviazgo de su hija con Emma (¿para qué nos dan esa escena, si no va a seguir?); el corrillo de amigos de instituto de Adèle, cuya reacción ante las preferencias de ésta no se entiende ni viene a cuento; el amigo gay, que podría haberse explorado; el propio problema de pareja y por qué actúan como lo hacen, de dónde viene.

Metraje sobrante: planos interminables de Adèle apática en el instituto, Adèle apática en la ducha, Adèle apática en una fiesta, Adèle apática en el colegio donde trabaja... Las escenas de sexo de media hora me habrían parecido genial si se hubiera optado por tratarlas con la naturalidad y la sensación de realismo de la mayor parte de la cinta; sin embargo, se ven tan coreografiadas y medidas que transmiten todo lo contrario y sobran. (Tampoco me entra en la cabeza que esas escenas, en pleno 2013, resultaran chocantes o controvertidas).

En definitiva, no me parece una película especialmente interesante o que aporte nada nuevo. Lo más destacable son las interpretaciones de las dos actrices protagonistas, y es eso lo que recordaré de ella.