Me encanta llegar a mi casa tras haber ido al cine con la sensación de haber visto una buena película. ¿Que le pide este humilde espectador a un rollo de cinta para considerarla tal?, pues bien, para mi una buena película es esa en la que ante todo no te vas con la sensación de no haber sentido nada sino que te ha desatado algún sentimiento. Ya sea alegría, tristeza, odio, dolor, una buena película ha de despertar en ti alguna sensación que te enriquezca (no olvidemos que hablamos de una buena película, algo mas que pasar el rato ha de aportar) y te seduzca. Otro de los motivos a favor de considerar una película buena es el mostrar algo nuevo que no sea repetitivo y que consiga despertar tu curiosidad. Por último (por citar solo 3 aspectos) una buena película es aquella que sin temor a quedar en ridículo recomiendas a todo el mundo con la certeza absoluta de que estás acertando con tu recomendación.

Una vez dejadas claras estas premisa cabe decir de esta cinta que no solo aprueba cada uno de los apartados anteriormente citados, sino que lo hace de forma completamente sobresaliente. Esta película ha despertado en mi un gran cúmulo de emociones y alegrías, así como tristezas y reflexiones, así como ilusiones aletargadas desde hace mucho tiempo. No solo eso queda patente sino que además me ha mostrado una historia cargada de originalidad y de buen gusto que en ningún momento se hace tediosa y que hace que se te pasen volando las horas en la sala. Finalmente yo recomiendo encarecidamente esta película a todo el mundo con total seguridad de que agradará a todo tipo de público y le dará un soplo de aire fresco en cualquier momento o estadío de su evolución personal.

Una gran película cargada de emociones, gracias pixar por haberme dejado acudir al cine.