Termina uno tan consternado después de ver esta película que no es que me pregunte si me ha gustado o no, sino si acaso eso no es lo de menos ante una propuesta tan radical en su demencia como ésta. Y es que “El ciempiés humano” es quizá la película más demencial que he visto nunca. Tiene en su contra el hecho de que parezca hecha casi exclusivamente para provocar repulsión y superarse en ocurrencia bestial, y tiene a su favor el ser coherente con ese propósito hasta el final y no conceder tregua alguna en su demencia… Y es que “El ciempiés humano” es consecuente en su sadismo hasta el mismísimo final…, y no me refiero al sadismo del doctor protagonista, sino al de los autores de la película, que carecen de la más mínima piedad con respecto a sus personajes… Realmente no espera uno el final, aunque bien podría adivinarse, ya que otra cosa que tiene a su favor la película es que, una vez asumida la delirante premisa argumental, nada de lo que ocurre resulta descabellado, ni siquiera inverosímil… Así que se podrán decir muchas cosas contra esta película, pero tiene la coherencia, la frialdad y la valentía de terminar lo que ha empezado, que no es poco.