La apreciación de mi título bien puede aplicarse a todo tipo de novelas llevadas al cine, pero en este caso para mí se agudiza. No puede negarse que es una película digna de ver, cuidada, bonita, con magnífica ambientación, gran vestuario y demás. Sin embargo no me transmitió las sensaciones que la novela pretende dejar en el lector.

Esos dos defectos que dan título a la novela de Austen si bien constan no quedan reflejados en su esencia y en toda su intensidad en esta película. Recuerdo a los personajes mucho más marcados, cayendo una y otra vez en las trampas que ellos mismos se tienden. Mucho influye en ello haber escogido a Keira Knightley como Lizzy. A mi modo de ver no era la actriz adecuada, se pierde en demasiados gestos y sonrisas bobas que confunden al espectador. Tampoco físicamente me evoca del todo a la muchacha que yo leí. Su alter ego (Macfadyen) quizá sea algo más cercano al Darcy de la novela. Y en los aciertos sí destaco al resto del reparto y sobre todo a la familia de Lizzy que está espléndidamente representada.

De no haber leído el libro probablemente le daría un sobresaliente, pero es lo que tiene el gusto por la lectura, que la imaginación de muchos millones de lectores nunca podrá ser satisfecha.