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España España · Gijón
Voto de Loberto:
6
Comedia Dante Hicks y Randal Graves, dependientes de una tienda de barrio de Nueva Jersey y mejores amigos, se ven forzados a buscarse un nuevo empleo en el universo de la comida rápida, siempre acompañados de sus actitudes desafiantes, sus escandalosas vulgaridades y su desenfrenada pasión por tocar las narices a los clientes. (FILMAFFINITY)
20 de diciembre de 2006
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Híbrido raro el que trae Kevin Smith con "Clerks II": de la impresión de que ha querido rodar una comedia romántica, pero usando sus personajes clásicos. Al menos queda el consuelo de que esta vez no ha metido por el medio a Jennifer Lopez, así que resta alguna esperanza.

A pesar del salto temporal (doce años desde el estreno de "Clerks"), el planteamiento de esta segunda parte permanece en el mismo sitio que entonces: Dante Hicks (Brian O'Halloran) y Randal Graves (Jeff Anderson), tras el incendio de la tienda en la que parecían condenados a vivir eternamente, han de buscarse un nuevo trabajo. Encuentra éste en la hamburguesería Mooby's, donde tienen por jefa a Becky (Rosario Dawson) y como compañero al peculiar Elias (Trevor Fehrman). Además, Dante se ha echado novia, Emma (Jennifer Schwalbach Smith, esposa de Kevon Smith), y planea casarse con ella e irse a Florida a empezar una nueva vida.

Por tanto, la película parece orbitar en torno al paso a la madurez de Dante, y las repercusiones que tiene esto sobre su propia vida, y la de sus amigos. Por el medio también hay una historia de amor, mezclada con los típicos diálogos "made in Smith" sobre frikadas varias (cómo no, con Star Wars, El Señor de los Anillos y los Transformers de por medio), y sobre sexo (con atención especial al bestialismo). El problema es que el "frikismo" está tan instaurado en nuestra sociedad actual que a nadie le sorprende ya una conversación sobre Frodo y sus amigos, o sobre si la princesa Leia llevaba demasiada laca.

Todo está bastante embarullado, y a secuencias divertidas, la siguen secuencias de pretendida profundidad que vuelven a ser interrumpidas por nuevos diálogos groseros, o por apariciones de Jay (Jason Mewes) y Bob el Silencioso (Kevin Smith), que culminan en otras situaciones dramáticas, y así va pasando toda la película. También hay cameos de otros habituales: Ben Affleck, Jason Lee..., que sólo aparecen para el chiste de turno.

Otro problema grave es lo poco que piensa Kevin Smith en el espectador novel en su cine, que se puede encontrar perdido al no encontrar ninguna presentación de personajes. Aunque es cierto que los nuevos tampoco la tienen. Como director, Smith no es especialmente hábil, así que se limita a enfocar al que habla, y poco más.

Aún así, hay escenas muy graciosas, como la de la coreografía "improvisada", por ejemplo, y los diálogos que escribe Smith siguen conservando algo de su fuerza, cosa que brilla por su ausencia el en cine actual. En consecuencia, es una peli que gustará a los seguidores del de New Jersey, y que enfadará a sus detractores. Veremos si Kevin Smith en sus próximos trabajos sigue el mismo camino que sus personajes: en busca de la madurez.
Loberto
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