Haz click aquí para copiar la URL
España España · Córdoba
Voto de Manuel:
9
Drama Un análisis sobre el poder de la televisión, que retrata un mundo competitivo donde el éxito y los récords de audiencia imponen su dictadura. Howard Beale, veterano presentador de un informativo nocturno, es despedido cuando baja el nivel de audiencia de su popular programa. Sin embargo, antes de abandonar la cadena, ante el asombro de todos, Beale anuncia que antes de irse se suicidará ante las cámaras, pegándose un tiro en directo en ... [+]
17 de enero de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuarenta años después de su estreno, ‘Network (un mundo implacable)’ sigue constituyendo uno de los retratos más despiadados y demoledores de un mundo no menos despiadado ni demoledor, como es el de la televisión en sus entresijos, que jamás se hayan llevado a la gran pantalla. Un retrato acerado y certero que nos permite asistir al espanto que se mueve bajo la tiranía de los índices de audiencia y los intereses económicos vinculados a los mismos, con lo que ello comporta de mezquindades, ruindades, traiciones y demás ‘lindezas’ asociadas a lo peor de la condición humana. Y que se soporta, fundamentalmente, en dos bastiones básicos: el extraordinario guión de Paddy Chayefsky, que equilibra a la perfección la trama central, basada en las turbiedades del negocio televisivo, y las subtramas que desarrollan las relaciones personales de los personajes principales, con unos diálogos de un nivel de brillantez y profundidad extraordinario; y el trabajo interpretativo de sus cuatro artistas principales (William Holden, Faye Dunaway, Peter Finch y Faye Dunaway), que rayan a un nivel altísimo. Más allá del exceso que se pueda apreciar en una resolución quizá demasiado truculenta (aunque, hasta cierto punto, coherente con los precedentes de la trama a la que da culmen), la cinta de Sidney Lumet es una muestra impactante de esa línea de cine de denuncia que tan cara ha sido siempre a ciertos sectores hollywoodienses (y que adquirió especial relieve en la década de los 70 del pasado siglo) y —lo que quizá resulta aún más impactante— muestra una vigencia tal que, si hacemos abstracción de la servidumbre visual que marca su vestuario, podría pasar perfectamente por una trama ambientada a día de hoy. Qué miedo...
Manuel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow