Llego a esta pelicula por recomendación de un amigo cinefilo, lo cual me daba cierta confianza en pasar un buen rato. Además la peli arranca con dos premisas que, en principio, me atraian: una ciudad adormecida en Agosto, Madrid, pero que ofrece oportunidades para vivirla y una mujer en búsqueda.

Pero ahí queda todo, desde la primera escena donde la protagonista habla con su amigo/casero ya se intuye el aroma intelectualoide y pretencioso que va a marcar la peli. A partir de ahí, el film naufraga en el sopor absoluto, lastrada por su impostada trascendencia y su galería de personajes insoportablemente pedantes.

Se cuenta la historia con un ritmo pausado que nos va matando en cada escena, con planos alargados hasta lo innecesario para así, sospecho, "empaparnos de la indolencia estival".

Imagino que Jonás Trueba debe ser un tipo muy formado y de amplisima cultura pero se me antoja también un tipo tremendamente aburrido y que no es capaz de dotar a su peli de una pizca de humor. Nada. Y sin embargo, se hubiera agradecido mucho dado el ambiente veraniego y festivo.