“Transporter” nos ofreció en su día, una idea contundente (la del transportador), un genial principio de unos 15 minutos (cunado va a abrir el maletero uno piensa, “¡no lo hagas joder que te cargas la película…!”), unas geniales coreografías de artes marciales casi siempre mal utilizadas pero no por ello menos geniales, una gran filmación de persecuciones varias, una gran dosis de entretenimiento (y digo entretenimiento de ese que te ahorra hasta pensar), y una cantidad de “fantasmadas” de risa (principalmente en la segunda mitad de la película).
Cierto es que si hubiera seguido en la línea de los 15 primeros minutos, eliminando tanta fantasmada y poniendo mas atención al personaje y sus vida interior (o lo que es lo mismo algo menos de acción y bastante mas “drama”) podría haber sido una película a tener en cuenta. No lo hicieron así, y no fue una película a tener en cuenta, pero eso si, conseguía entretener con sus dosis de acción entretenidas y con su buen principio.
Pues bien, ¿Qué nos ofrece “Transporter 2” que no nos ofreciera la primera? A mi ver nada, al de otros “mas de lo mismo”. Para aclararnos, si le quitas a su precuela la idea contundente y los buenos primeros 15 minutos, coges unas no tan buenas filmaciones de conducción y coreografías de artes marciales (igual de mal empleadas) y multiplicas por 3 o 4 la dosis de “fantasmadas” tienes lo que realmente ofrece esta segunda película en la que se ve su mera intención de sacar pasta con la fama de su predecesora.
En definitiva, para pasar el rato valen ambas, para ver algo medianamente bueno ve la primera, y si eres de los que les gusta el cine y no el entretenimiento, o necesitas relajar un poco el cerebro o no te molestes en ver ninguna de las dos.