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España España · Granada
Voto de Garzía:
7
Fantástico. Intriga Fletcher Dennis (Burke) es contratado para encontrar un artefacto que ha desaparecido. Su búsqueda le lleva a la ciudad de Northampton, un pueblo encantado que se encuentra justo en el corazón de Inglaterra y que, según parece, ha colapsado en un agujero negro de sueños y esperanzas. Al llegar a él, Dennis se encuentra en un mundo repleto de seres que coquetean con el vudú, mafiosos, aventureros enmascarados o bellas durmientes en estado de coma. (FILMAFFINITY) [+]
16 de agosto de 2021
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alan Moore y Mitch Jenkins son viejos conocidos. El conocimiento que posee el uno del otro es una herramienta precisa que ayuda a profesionalizar aun más aquellos elementos en los que ambos tienen algo que ver para la creación de una película. En este caso, en ‘The Show’, el guion del primero se mezcla con la dirección del segundo, y nos presentan un ejercicio de exageración, colorido y humor hasta unos niveles en los que la excentricidad y algarabía confundirán, pero queriendo confundir. El camino no es claro durante su metraje, pero si que es rico de recorrer, y cuya historia encandila desde el principio a pesar de no dejar muy claro por donde hay que comenzarla.

En ‘The Show’ se nos presenta al detective Fletcher Dennis, a quien da vida Tom Burke. Este señor es contratado para dar con un ladrón que se ha llevado consigo una joya un tanto misteriosa y de gran valor. En su búsqueda llega a Northampton, un pueblo encantado en el corazón de Inglaterra cargado de cosas raras y alocadas. Cuando llega a dicho pueblo y comienza a investigar se da cuenta del amalgama de personajes que pululan por el mismo, y como tendrá que ir haciéndose eco de los comentarios de unos y otros e intentar remar en su dirección de locura para llegar a dar con aquello que busca. A partir de aquí ‘The Show’ toma un rumbo diferente, y la historia se empieza a nutrir de detectives extraños, anticuarios, sueños rocambolescos e histriónicos, asesinatos, una pareja cómica que no debería seguir en el mundo de los vivos, misterios sin resolver… y gente de lo más variopinta que va buscando lo suyo. Incluso alguna mención a Guy Fawkes, en tremendo guiño a ‘V de Vendetta’.

Entonces la trama inicial de la búsqueda de ese hombre, de esa joya, se va desgranando conforme avanzamos por ‘The Show’, pero sin duda se muestra más como excusa y punto de partida para que el bueno de Fletcher Dennis aterrice en Northampton y pueda disfrutar del pueblo y su locura. Es aquí cuando, entre dejarse llevar por lo que va sucediendo con sus personajes e intentar encontrar algo de cordura entre tanto desvarío, tanto el protagonista como el público va comprendiendo el mundo que Alan Moore y Mitch Jenkins han brindado.

A medida que la historia avanza, ‘The Show’ se vuelve también algo más complicada por la dificultad de separación entre sueños y realidad. Una multitud inmensa de personajes de lo más pintorescos hacen pensar que en todo momento el aura del sueño se cierne sobre el personaje principal, pero lejos de esto lo que nos encontramos es una sensación continua de que ambos: sueños y realidad, están entremezclados con una maestría plausible. Entre los detectives que se acuestan a las 21:00h, el justiciero enmascarado tras un teclado y el marketing tan curioso por parte del tráfico de drogas de la ciudad, suficientes elementos se mantienen visualmente potentes como para pertenecer a una realidad en la que el propio Fletcher Dennis parece no sentirse del todo cómodo. Ese rollo noir y cine negro que ‘The Show’ mantiene unido al humor británico o al sello de su propio cine son a su vez un elemento que adquiere notoriedad a lo largo de la obra, pues se apoya mucho en ese sentir que se está en el mundo de los sueños para labrar con total libertad una película de cine negro pero cargada de fantasía, algo a priori muy complicado de realizar.

Es por tanto una magnífica muestra visual, cargada de color simbólico y de luces que no se sabe muy bien por donde vienen. Esta fotografía de lo más cuidada tiene un peso inmenso en la trama, ya que le da una fortaleza muy grande para seguir mostrando detalles minúsculos pero importantes en los que el ojo del público debe estar atento. Si a esto le añadimos los riquísimos diálogos que el propio Moore se ha encargado de elaborar para todos los personajes, pocos son los momentos en los que ‘The Show’ no obligue a tener todos los sentidos puestos en lo que se está viendo.

En definitiva, ‘The Show’ es una película interesante y divertida, con multitud de detalles que pueden pasar desapercibidos pero que la enriquecen aún más. El sello Alan Moore está presente y eso le da un toque personal de lo más distintivo, y las tremendas interpretaciones por parte del elenco la confieren como una obra para no dejar pasar.

Crítica para MagaZinema.
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Garzía
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