Es curioso porque si alguien te dice de qué va la película, el título, el año de ésta y los actores, lo primero que piensas es: ¡Qué horror! Pero si te dijeran el título de la película y el argumento, pero cambiaran el año por alguno antes de 1940, la carátula fuera en blanco y negro y los actores fueran Cary Grant y Katharine Hepburn pensaríamos... tiene buena pinta. Pero este cambio de opinión tiene fundamento, porque anteriormente una película de este tipo se basaba en unos actores geniales y unos diálogos brillantemente ingeniosos y ahora, una película de este tipo se basa en hacer una película lo más rentable posible. Y así supongo que ha sido. Kate Hudson está decente, no más, pero las escenas de cómo ella intenta perder a su novio y de cómo él la aguanta las hace divertidas, pero él, se pasa toda la película ensañando músculo y haciendo morritos, es horrible.

Total, que la película tiene un argumento al que podían haber sacado jugo, no es nada del otro mundo ni mucho menos real, pero podría haber creado escenas algo más divertidas si las hubiera hecho otro actor, bastante más divertidas si las hubiera interpretado alguna otra actriz, y, lamentablemente, magistrales si se hubiesen interpretado en 1939.