Cuando me propusieron ver “Planet 51”, no tenía muchas esperanzas de pasar la siguiente hora y pico muy entretenido. Pensaba que iba a ver una más para niños con personajes secundarios graciosillos y una historia simplona con moraleja final. Y en principio así fue, el guión y los personajes no son ninguna maravilla ni una genialidad, pero esta narrado a una velocidad de vértigo con constantes referencias a clásicos de ciencia ficción y alguna otra, a películas de otros géneros que me mantuvieron durante todo su metraje entretenido y sin apenas pestañear, cuando no estaba doblado en el sofá partido en dos de la risa.

Para todos aquellos españoles que han acusado a esta película de americanada y que no es un autentico producto español, creo que lo primero que no saben en que país viven ni conocen el sentido del humor de su pueblo, y segundo que para ver ciertas cosas hay que dejar los prejuicios aparcados. Que no conozco persona con más prejuicios contra el Imperio que yo mismo.