Fallido intento de Amenábar en el que nos intenta conducir por dónde a él le interesa de una manera muy torpe sin pararse a pensar si tiene sentido lo que nos está mostrando.

El guión tiene importantes lagunas y uno de sus agujeros más profundos son sus personajes, de los cuáles, sólo uno está bien trabajado con su correspondiente progresión, hablo del personaje de Ethan Hawke, que por otra parte es el único que llega a estar a la altura. El resto de personajes están muy desdibujados y no llegan a convencer, al menos, de la forma en la que nos los muestra Alejandro, de una forma muy precipitada. Luego nos encontramos con el personaje de Emma Watson que es para analizar detenidamente, no tengo claro si es culpa de la actriz o de lo mal desarrollado que están sus pretensiones pero es que no llega a convencer en ningún momento.

Es una pena porque el tema en sí, no es para nada malo, es bastante interesante y lo que nos intenta contar está bien, pero lo malo es todo el desarrollo hasta llegar a esa idea, porque tal y como lo ha hecho Alejandro Amenábar es bastante pobre, con algunas situaciones un tanto ridículas que incluso hacen daño a la propia película y no la aportan ningún extra.

En definitiva ha sido una pequeña decepción ya que la sensación que deja es la de que un capítulo de una buena serie policíaca podría haber resuelto mucho mejor este tema en un capítulo de 40 minutos y si no llegara a ser de quién es, no se hablaría mucho de esta película.