Lo primero que tenemos que preguntarnos es qué es lo que necesita una película para ser considerada una película de aventuras. A mi se me ocurren al menos cuatro cosas que esta película no tiene. Y lo peor de todo, no tiene una trama. Es una película que se basa únicamente en ver a animales hablando, contando chistes y haciendo juegos de palabras. El guión flojea en todo momento, casi cada frase que se pronuncia en esta película, te hace arquear una ceja haciéndote creer que esa frase, esa palabra, te tendría que haber hecho gracia pero por algún motivo no te lo hace.

El propio Robert Downey Jr. no se cree su guión, se le ve incomodo en la película, se le puede observar cómo actúa sin convencimiento alguno, y eso traspasa la pantalla. No hay un personaje propiamente dicho, ya que es simplemente ver algunos reflejos de Iron Man, de Tony Stark, pero con una mezcla también a lo Jack Sparrow o incluso al Robbin Williams de Jumanji. El trabajo de los demás actores es igual de malo, con una excepción: Antonio Banderas. Banderas al menos se cree el personaje que debe desarrollar, se le ve metido en el personaje y eso en comparación a los demás actores, te hace creer que incluso deberían darle un Oscar por esta película.

Se podría llegar a caer en el error de que esta película es para niños y que los niños la disfrutaran más que los adultos. Craso error, es una película cuya trama no llama la atención, no te mantiene a la expectativa de qué es lo que ocurrirá a continuación. No es un Piratas del Caribe, aunque hayan intentado copiar esta fórmula o al menos algo parecido.

Para terminar, respondamos a la pregunta que se hizo al comienzo. ¿Que necesita una película de aventuras? Necesita combates, necesita acción, necesita un desarrollo de personaje. Pues bien, esta película no tiene nada de esto, o mejor dicho, tiene muy poco.