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Voto de Zalomalo:
1
6,9
4.374
Comedia. Fantástico
Año 6000: en un desarrollado planeta donde la gente vive 250 años nadie quiere ir de viaje a la Tierra. (FILMAFFINITY)
27 de abril de 2012
40 de 76 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sorprendente que haya 15 críticas y sólo una no se deja llevar por la influencia de ideología o ensoñaciones de sus autores. Tiene 1200 votos con media de 7; o la mayor parte se deja tomar el pelo o puntúan cualquier cosa menos la película en sí. Es el bodrio con la nota más alta que recuerdo.
Se trata de valorar cine, no de aprobar ideas o deseos; en todo caso cómo lo hace llegar la película y en este caso mal no, peor. Demasiada ideología cándida; de cine nada. Por una vez coincido con un crítico profesional, es una película ridícula en su conjunto.
Para quien no quiera leerse mi ladrillo, resumo mi opinión: muy mala.
Escenas estúpidas y algunos diálogos especialmente irritantes; "gags" tipo -Aterriza como puedas- fuera de lugar, revoltijo muy torpe insertado en pastiche francés de conciencia social.
No cometan el error de ver aquí algo de "ciencia-ficción”; aquí ciencia no se ve por ninguna parte, ficción sí, ¿ausencia de innecesarios efectos especiales?, más bien parece que la escasez evidente de medios (planos reutilizados) obliga a los actores a pasarse la película haciendo el payaso.
Guión paupérrimo muy poco trabajado, como el montaje, las contradicciones son continuas.
En el planeta idílico-divino de la muerte, la música ya no existe (argumentando la apreciación del silencio en contraposición al ruido urbano), pero "a veces" cantan y saben tocar el violonchelo por ciencia infusa.
Los habitantes de Utopía son sabios telépatas, se comunican instantáneamente y viajan por los confines del universo con el poder de la mente, pero no saben que el agua se escapa por los agujeros del fondo de los recipientes, y en general parecen estúpidos.
Los utópicos son humanos todos blancos para así evitar el racismo. Odian la Tierra y su diversidad, aunque la desconocen por completo describen los pormenores de la vida moderna terrícola sin que nadie vivo lo haya visto jamás; y la siguen odiando.
Son vegetarianos claro (comer carne es malísimo), quizá porque en el planeta Utopía a parte de hierba, no hay nada, ni árboles. Los utópicos hacen gala de la planificación de la natalidad sin condón: ¿abstiencia?, menudo paraíso.
No tienen casas (a parte de ellos mismos, no hay signos/rastro de vida, inteligente o nó), el clima es ideal y no les importa mojarse mientras duermen, pues lo hacen al aire, se despiertan cuando sale el sol, se bañan, juegan y comen. Nadie trabaja, la comida vegetariana se facilita sola: frutas, verduras, y legumbres. ¿Quién las siembra/recolecta?. Nadie. Trabajar no cabe en Utopía pero comer, comen.
Una historia que presenta ésto con acierto y coherencia, donde también los habitantes del paraíso se encontraban siempre la comida encima de la mesa y nadie trabajaba, dedicándose exclusivamente al ocio bañándose y jugando: La Máquina del Tiempo. La única explicación es que los habitantes del paraíso eran ganado, y les cebaban para que la raza superior trabajadora y carnívora se los comiesen a ellos.
Se trata de valorar cine, no de aprobar ideas o deseos; en todo caso cómo lo hace llegar la película y en este caso mal no, peor. Demasiada ideología cándida; de cine nada. Por una vez coincido con un crítico profesional, es una película ridícula en su conjunto.
Para quien no quiera leerse mi ladrillo, resumo mi opinión: muy mala.
Escenas estúpidas y algunos diálogos especialmente irritantes; "gags" tipo -Aterriza como puedas- fuera de lugar, revoltijo muy torpe insertado en pastiche francés de conciencia social.
No cometan el error de ver aquí algo de "ciencia-ficción”; aquí ciencia no se ve por ninguna parte, ficción sí, ¿ausencia de innecesarios efectos especiales?, más bien parece que la escasez evidente de medios (planos reutilizados) obliga a los actores a pasarse la película haciendo el payaso.
Guión paupérrimo muy poco trabajado, como el montaje, las contradicciones son continuas.
En el planeta idílico-divino de la muerte, la música ya no existe (argumentando la apreciación del silencio en contraposición al ruido urbano), pero "a veces" cantan y saben tocar el violonchelo por ciencia infusa.
Los habitantes de Utopía son sabios telépatas, se comunican instantáneamente y viajan por los confines del universo con el poder de la mente, pero no saben que el agua se escapa por los agujeros del fondo de los recipientes, y en general parecen estúpidos.
Los utópicos son humanos todos blancos para así evitar el racismo. Odian la Tierra y su diversidad, aunque la desconocen por completo describen los pormenores de la vida moderna terrícola sin que nadie vivo lo haya visto jamás; y la siguen odiando.
Son vegetarianos claro (comer carne es malísimo), quizá porque en el planeta Utopía a parte de hierba, no hay nada, ni árboles. Los utópicos hacen gala de la planificación de la natalidad sin condón: ¿abstiencia?, menudo paraíso.
No tienen casas (a parte de ellos mismos, no hay signos/rastro de vida, inteligente o nó), el clima es ideal y no les importa mojarse mientras duermen, pues lo hacen al aire, se despiertan cuando sale el sol, se bañan, juegan y comen. Nadie trabaja, la comida vegetariana se facilita sola: frutas, verduras, y legumbres. ¿Quién las siembra/recolecta?. Nadie. Trabajar no cabe en Utopía pero comer, comen.
Una historia que presenta ésto con acierto y coherencia, donde también los habitantes del paraíso se encontraban siempre la comida encima de la mesa y nadie trabajaba, dedicándose exclusivamente al ocio bañándose y jugando: La Máquina del Tiempo. La única explicación es que los habitantes del paraíso eran ganado, y les cebaban para que la raza superior trabajadora y carnívora se los comiesen a ellos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
No hay dinero (es un atraso) y hacen trueques con lo que les sobra a cada cual, sin necesidad de planificación ninguna, no vayamos a romper el encanto. Infiriose que el dinero terráqueo lo hubieran inventado recientemente avaras y malignas corporaciones en vez de en la prehistoria, antes que la escritura. Debido a su forma de vida naturista radical, viven 350 años y mueren de viejecitos; es sabido que nuestra esperanza de vida se recorta por los males tecnológicos contemporáneos. Cuando no había contaminación, como en la edad media, la mortalidad infantil diríase nula.
Sin embargo son egoístas, cuando les conviene por intereses personales, vuelven retrasado mental borracho a todo el que supone ser cierto estorbo, quién empieza a farfullar, hacer el panoli, y además se vuelve homosexual. Lo de J.B.Bach y Jesucristo o es incongruente, o largaron al bardo pesado y al tonto alucinado del planeta.
Curiosamente el pasado de Utopía es calcado al de la Tierra, tanto que asusta: mercantilismo, industrialización, ciencia, polución, epidemias, ruido, tecnología, y todas esas ignominias; pero salieron airosos mediante el boicot al consumismo, volvieron a una edad de piedra Hippie y ahora viven más, y son felices distinguiendo un tipo de silencio de otro. Inevitablemente cuando se enumeran los males de toda civilización ha de mencionarse la energía nuclear. Cómo no!, uno de los jinetes apocalípticos de la ignorancia.
Los únicos humanos que están tan avanzados en la Tierra como los utópicos son los aborígenes australianos. No tienen objetos superfluos, como ropa, casa, y no han modificado su hábitat, como mejor logro tecnológico: saben hacen fuego con unas ramitas, y también cavar hoyos para beber agua embarrada; en definitiva son pobres, miserables de cojones. Recordad, Nuclear no, gracias!, lo avanzado es volver a la prehistoria; extraño que la esperanza de vida entonces estuviese en torno a los 30, y no los 300.
Y así desde el inicio y sin pausa, se nos lanzan constantemente zafios mensajes ideológicos, sin importar coherencia alguna entre sí o con el argumento, que calarán en los más incautos o los más necios, mensajes ramplones destinados a los incondicionales de la causa, o despistados ignorantes.
Con un aire de serie B (o incluso J), el ritmo es inexistente, la música está bien, clásica, montaje de lo malo lo peor, el guión es una tomadura de pelo con afán aleccionador (cerebro licuado), las actuaciones son pasables excepto cuando se obliga a protagonistas y extras hacer el panoli y el ridículo. Lo destinado a hacer gracia, causa vergüenza ajena (abrazafarolas); los esperpentos son abundantes. Me sorprendió cuando define a las mujeres que se casan por dinero como putas "legales"; ¿Pretty Woman?.
En definitiva, apenas película, panfleto propagandístico camuflado a mayor gloria del ideario Hippie, mostrado sin arte ni talento, ni profundidad, ni gracia ninguna.
Una utopía para incondicionales perroflautas y necios. Muy mala.
Sin embargo son egoístas, cuando les conviene por intereses personales, vuelven retrasado mental borracho a todo el que supone ser cierto estorbo, quién empieza a farfullar, hacer el panoli, y además se vuelve homosexual. Lo de J.B.Bach y Jesucristo o es incongruente, o largaron al bardo pesado y al tonto alucinado del planeta.
Curiosamente el pasado de Utopía es calcado al de la Tierra, tanto que asusta: mercantilismo, industrialización, ciencia, polución, epidemias, ruido, tecnología, y todas esas ignominias; pero salieron airosos mediante el boicot al consumismo, volvieron a una edad de piedra Hippie y ahora viven más, y son felices distinguiendo un tipo de silencio de otro. Inevitablemente cuando se enumeran los males de toda civilización ha de mencionarse la energía nuclear. Cómo no!, uno de los jinetes apocalípticos de la ignorancia.
Los únicos humanos que están tan avanzados en la Tierra como los utópicos son los aborígenes australianos. No tienen objetos superfluos, como ropa, casa, y no han modificado su hábitat, como mejor logro tecnológico: saben hacen fuego con unas ramitas, y también cavar hoyos para beber agua embarrada; en definitiva son pobres, miserables de cojones. Recordad, Nuclear no, gracias!, lo avanzado es volver a la prehistoria; extraño que la esperanza de vida entonces estuviese en torno a los 30, y no los 300.
Y así desde el inicio y sin pausa, se nos lanzan constantemente zafios mensajes ideológicos, sin importar coherencia alguna entre sí o con el argumento, que calarán en los más incautos o los más necios, mensajes ramplones destinados a los incondicionales de la causa, o despistados ignorantes.
Con un aire de serie B (o incluso J), el ritmo es inexistente, la música está bien, clásica, montaje de lo malo lo peor, el guión es una tomadura de pelo con afán aleccionador (cerebro licuado), las actuaciones son pasables excepto cuando se obliga a protagonistas y extras hacer el panoli y el ridículo. Lo destinado a hacer gracia, causa vergüenza ajena (abrazafarolas); los esperpentos son abundantes. Me sorprendió cuando define a las mujeres que se casan por dinero como putas "legales"; ¿Pretty Woman?.
En definitiva, apenas película, panfleto propagandístico camuflado a mayor gloria del ideario Hippie, mostrado sin arte ni talento, ni profundidad, ni gracia ninguna.
Una utopía para incondicionales perroflautas y necios. Muy mala.