Todo en esta película se mueve dentro del tópico más vulgar. Quizás esto se deba a que al partir de un bestseller de Tom Clancy la cosa no diese para más, pero tengo dudas de que con el material de esta historia y con un guionista y director más habilidoso la historia hubiese ganado mucho.
Qué decir de los personajes? Son un puro tópico, unos simples maniquíes que se comportan como es esperado: el valiente y duro agente de la CIA, el sanguinario y vengativo terrorista del IRA, cuatro o cinco tópicos sobre Inglaterra, sobre la vida familiar, etc.
Y es una pena, porque la base de la historia no es tanto la política y el terrorismo, sino la venganza, y aquí tanto el personaje de Sean (a quien mueve el deseo de vengar a su hermano) como de Jack (implicado a partir de un momento en cobrarse venganza por lo que le han hecho a su familia) daban mucho de sí, sobre todo porque los actores son buenos (igual que el secundario Samuel L. Jackson).
Pero todo absolutamente desaprovechado.
Fíjense también en historias secundarias muy sugestivas que darían mucho de sí con alguien más ambicioso: ¿qué hace la atractiva Annette, inglesa al parecer, metida en un grupo terrorista norirlandés? ¿qué pinta en esta historia el librero anticuario Cooley? Microhistorias que se encuentran dentro de la historia principal y que simplemente se desaprovechan.
El mejor - y escalofriante- momento de la peli: Sin duda, el control desde el cuartel general de la CIA del ataque del campamento terrorista en el que se supone que están los del IRA: esas imágenes fantasmales en la noche, la muerte y destrucción contempladas como si fuese un auténtico videojuego.