Es una película familiar y encantadora, de esas que hacen que te sientas bien desde el momento en el que empiezan ya que es inspiradora y muy entretenida, con momentos muy divertidos y con escenas llenas de color.

La historia y la duración hacen que sea perfecta para ver con niños pequeños y que todos puedan disfrutarla, aunque también es ideal si eres un adulto y te apetece pasar un rato agradable y no pensar demasiado, como es mi caso.

La banda sonora es maravillosa, todas las canciones son ingeniosas y pegadizas, si te gustan los musicales no puedes perderte este.

Todos los actores están estupendos en sus papeles. Timothée Chalamet transmite la energía y la vitalidad del personaje a la perfección, además de representar magistralmente todos los momentos emotivos.

En definitiva, es una historia adorable, llena de color y de música, y perfecta para desconectar.