Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Franz Beckenbauer:
7
Drama. Romance Chris Wilton (Jonathan Rhys Meyers) es un ambicioso y joven profesor de tenis con escasos recursos económicos. Gracias a su amistad con Tom Hewett (Mattew Goode), consigue entrar en la alta sociedad londinense y enamorar a su hermana Chloe (Emily Mortimer). Tom, por su parte, sale con Nola Rice (Johansson), una atractiva americana, de la que Chris se encapricha nada más verla. El azar, la pasión y, sobre todo, la ambición llevarán a ... [+]
19 de marzo de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
He de confesar que esta es la primera película de Woody Allen que veo, y eso que hablamos de un director que cuenta con una filmografía realmente amplia. Resulta verdaderamente llamativo porque he visto chorrocientas películas a lo largo de mis (por ahora) 28 años de edad. Sé que este cineasta ha estado ligado siempre a la comedia, género del que no soy muy fan. Sin embargo, el film que nos ocupa se aleja, y mucho, de ese camino. De hecho, me ha sorprendido bastante la senda por la que se ha ido la trama, pues pese a saber que se trataba de un drama, no me esperaba que fuera tan trágico. Y es que antes del visionado pensé que la cosa iría sobre un drama romántico de toda la vida, o sea, lo que se ve en Titanic o El paciente inglés. ¡Qué grande es el cine!, ¡joder!. Metiéndome de lleno con la historia, esta transcurre todo el tiempo en Londres, donde Chris se encuentra ante una encrucijada; estando casado y en constante búsqueda de un hijo, el protagonista no puede dejar de ver a Nola, su amante. A lo largo del filme los sentimientos de estas 2 personas serán cada vez más intensos, lo que provocará que se manifieste una obsesión insana y enfermiza. La dirección es magnífica. Allen sabe muy bien como narrar el relato y añade tensión en los momentos idóneos para que la situación se ponga al rojo vivo. Los personajes están medianamente bien interpretados. Digo medianamente debido a que ninguno de ellos, salvo el de Scarlett Johansson, tiene escenas destacables. Jonathan Rhys Meyers no demuestra expresión alguna, lo que me lleva a pensar que este no es su tipo de cine. Los 30 minutos finales son pura delicia; suceden cosas que no las ves venir por mucho cine que hayas visto. Por esa última media hora, merece la pena ver la cinta. Aquí tenemos un drama que muestra el lado oscuro del ser humano, lo que este puede llegar a hacer con tal de obtener su propio beneficio.
Franz Beckenbauer
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow