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Voto de pintusian:
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Ciencia ficción. Thriller. Acción
En el futuro, los seres humanos son capaces de vivir más años gracias a la empresa The Union, que se encarga de fabricar órganos mecánicos que sustituyen a los originales cuando empiezan a fallar. El problema es que su precio es muy elevado y, a los clientes que no pagan puntualmente, se les quita de inmediato, sin importar en qué estado queden. De esa tarea se ocupa Remy, el mejor repo men de la empresa. Pero un un día, sufre un ... [+]
16 de enero de 2013
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un futuro no muy lejano, los avances tecnológicos han permitido crear unos órganos artificiales que pueden sustituir a aquellos que, siendo naturales, ya no cumplen con su función biológica. Se encarga de distribuirlos una corporación nada transparente, llamada 'The Union'.
El primer problema es el desorbitado precio de estos implantes artificiales; el segundo, que aquellos que los adquieren y no pueden pagarlos, acaban recibiendo la visita de los 'repo men': unos tipos duros que, escarpelo en mano, se encargan de 'recuperar' los órganos... sin importarles la situación en que queda el moroso al que asaltan.
Dentro de 'The Union' destacan por su despiadada eficiencia Remy (Jude Law) y Jake (Forest Whitaker). Sin embargo, la esposa de Jake está disgustada con el trabajo de su marido y éste comienza a replantearse dejar el empleo. Poco después, Jake sufrirá un 'accidente laboral' que le hará cambiar su visión de vida en muchos ámbitos...
El primer problema es el desorbitado precio de estos implantes artificiales; el segundo, que aquellos que los adquieren y no pueden pagarlos, acaban recibiendo la visita de los 'repo men': unos tipos duros que, escarpelo en mano, se encargan de 'recuperar' los órganos... sin importarles la situación en que queda el moroso al que asaltan.
Dentro de 'The Union' destacan por su despiadada eficiencia Remy (Jude Law) y Jake (Forest Whitaker). Sin embargo, la esposa de Jake está disgustada con el trabajo de su marido y éste comienza a replantearse dejar el empleo. Poco después, Jake sufrirá un 'accidente laboral' que le hará cambiar su visión de vida en muchos ámbitos...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Película absurda, que supongo que pretende ser una crítica sobre el tipo de sociedad actual, en la que se está dejando a los ciudadanos a merced de empresas sin escrúpulos, que sólo se interesan por su margen de beneficios... pues vale. Pero, ¿hace falta llevar el asunto a un extremo tan absurdo como la implantación de órganos artificiales y su posterior robo? Al final, se exagera tanto el tema que todo acaba siendo inverosímil y grotesco.
Y es que, en este ilógico futuro, hay corazones, pulmones y riñones de metal... ¡pero no policías ni jueces! Nadie investiga la amputación de órganos. 'The Union' actúa con total impunidad y nada ni nadie interfiere en sus asuntos. ¿Usted lo entiende? Pues yo menos aún... Eso sí: hay personal de seguridad en los aeropuertos. Insisto: ¿Usted lo entiende? Pues yo menos aún...
Por otro lado, resulta especialmente desagradable el enfermizo interés del director por recrearse en la sangre y las vísceras. Más allá de las escenas de acción (que son bastante prolijas en detalles, a la hora de salpicar con sangre al espectador), parece ser que Sapochnik quiere deleitarnos con varias operaciones de todo tipo. Así que bienvenidas sean la sangre, los tendones y los músculos al descubierto. Por favor, un poco de dignidad... la casquería vende (supongo), pero todo tiene un límite (o eso me gusta creer).
Por lo demás, el film apenas hay aspectos positivos. Jude Law y Forest Whitaker están bastante mal, en el ámbito interpretativo. Uno se pregunta cuánto les pagaron por participar en semejante bodrio. La banda sonora es insoportable. Y la historia, sustentada en unos diálogos artificiosos y pedantes, resulta tan convencional que causa asombro: el protagonista masculino, un tipo duro, vive su vida sin preocupaciones morales ni metafísicas / conoce a una chica enferma y machacada por la vida / él se enamora de ella / y, de repente, cambia su visión del mundo. Puro telefilm de sobremesa.
Mención aparte para final de la historia, que da verdadera vergüenza... ¡todo ha sido una fantasía, un sueño! Porque el director no quería dejar indiferente al espectador... quería darle un último vuelco a una historia que no hay por dónde cogerla. ¡Y aún estará orgulloso de haber parido este engendro!
Y es que, en este ilógico futuro, hay corazones, pulmones y riñones de metal... ¡pero no policías ni jueces! Nadie investiga la amputación de órganos. 'The Union' actúa con total impunidad y nada ni nadie interfiere en sus asuntos. ¿Usted lo entiende? Pues yo menos aún... Eso sí: hay personal de seguridad en los aeropuertos. Insisto: ¿Usted lo entiende? Pues yo menos aún...
Por otro lado, resulta especialmente desagradable el enfermizo interés del director por recrearse en la sangre y las vísceras. Más allá de las escenas de acción (que son bastante prolijas en detalles, a la hora de salpicar con sangre al espectador), parece ser que Sapochnik quiere deleitarnos con varias operaciones de todo tipo. Así que bienvenidas sean la sangre, los tendones y los músculos al descubierto. Por favor, un poco de dignidad... la casquería vende (supongo), pero todo tiene un límite (o eso me gusta creer).
Por lo demás, el film apenas hay aspectos positivos. Jude Law y Forest Whitaker están bastante mal, en el ámbito interpretativo. Uno se pregunta cuánto les pagaron por participar en semejante bodrio. La banda sonora es insoportable. Y la historia, sustentada en unos diálogos artificiosos y pedantes, resulta tan convencional que causa asombro: el protagonista masculino, un tipo duro, vive su vida sin preocupaciones morales ni metafísicas / conoce a una chica enferma y machacada por la vida / él se enamora de ella / y, de repente, cambia su visión del mundo. Puro telefilm de sobremesa.
Mención aparte para final de la historia, que da verdadera vergüenza... ¡todo ha sido una fantasía, un sueño! Porque el director no quería dejar indiferente al espectador... quería darle un último vuelco a una historia que no hay por dónde cogerla. ¡Y aún estará orgulloso de haber parido este engendro!