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Voto de DaniLoud:
7
5,7
11.706
Thriller. Intriga
La víspera del día de Acción de Gracias y a petición de un colega, un prestigioso psiquiatra infantil neoyorquino visita a una joven que sufre trastornos inexplicables y tiene un violento historial. Tras un examen poco satisfactorio, regresa a casa con su familia. Pero, a la mañana siguiente, ocurre algo que lo mantendrá vinculado al caso. (FILMAFFINITY)
15 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sabemos a ciencia cierta si fue por la taquilla o por su talento, pero el hecho de que Gary Fleder haya dirigido más de cinco o seis thrillers no es un dato menor, no a cualquiera le dan tanto lugar. Si Gary fuera parte de una banda 'one-hit wonder', este sería su 'hit'. Una historia que involucra un psiquiatra, unos ladrones y una paciente frenopática se puede considerar un trabajo pulido, lejos de ser perfecto, pero que cumpla con la cuota mínima de verosimilitud.
Una sinopsis y sus aliados:
El argumento de la cinta es bueno, no importa si por mérito de la novela o el guionista, pero uno de esos que enganchan desde el principio y más si la escena de apertura parece tener poco que ver con esa sinopsis. Además, secuestros y planes a contrarreloj son elementos que se llevan bien juntos.
Por otro lado, los 'aliados' vienen de la mano de Michael Douglas y una portentosa Brittany Murphy. El primero hace su típico papel de hombre conforme (o inconforme) viviendo un día de mierda, pero Douglas lo hace de forma convincente, lleva su frustración y enojo a un extremo en el que sus habilidades como psiquiatra serán indispensables. La segunda, como ya había demostrado en 'Inocencia interrumpida', brilla por su bivalencia tanto para el drama como para el suspenso, Murphy persuade con su personaje traumatizado y logra la justa medida entre desequilibrio y comprensión.
Gusto por lo psíquico:
Fleder ya había mostrado gusto por dirigir thriller psicológicos con 'Besos que matan', y aquí 'Ni una palabra' se queda con los aciertos de igual manera que con los fallos del filme con Freeman. Lo reminiscente que funciona otra vez es el juego psicológico: si antes lo traía Alex Cross y su psicología inversa, ahora Nathan Conrad toma ese cargo con dignidad. Aquí Douglas y Murphy se enfrentan de parietal a occipital sin la contemplación de que están más unidos de lo que parece, un padre desesperado, una hija desesperada, una dinámica de roles que dice mucho sobre el desarrollo de la historia. Con respecto al apartado negativo, lo criticable que arrastra la cinta serían ciertos usos de la cámara lenta que sobran (especialmente al final); pero, aclaramos, no todos, el del principio con Patrick sirve para mostrar su ira interior.
Cronómetro de thriller:
'Ni una palabra' maneja una historia entrelazada que funciona como un excelente 'macguffin' narrativo ya desde la sinopsis y la introducción de la película, da igual si uno sabía o no de qué trataba la historia, sabemos que el guion se va encargar de unir los cabos sueltos del relato mientras vemos los destinos paralelos de los delincuentes y la familia de Nathan. Al hacer las conexiones, la trama múltiple desemboca en algunos golpes de efecto y giros de tuerca bien empleados sumado a un interesante vínculo entre Nathan, su viejo amigo Sachs y, sobretodo, Elisabeth. Asimismo, el ritmo ágil y despierto del filme (que se agradece) sirve para enmascarar aquellas falencias que pueden anoticiarse pensando en frío.
La única trama que podría sobrar sería la de la investigadora de Jennifer Esposito, la cual no es del todo necesaria para que la película pueda avanzar y termina por alargar un poco el metraje (*zona spoiler 1). Por último, aunque tiene destellos pequeños de valor, la subtrama de la esposa del prota no termina de ser explotada. Está claro que es necesario porque se trata de un personaje importante, sin embargo, (*2 zona spoiler).
Los malos malotes:
Una de las cosas que sí puede llegar a afectar nuestra experiencia es el grupo de ineptos granujas y su continúa toma de decisiones estúpidas que entorpecen la trama. Por dar un ejemplo, la escena inicial del robo ya tiene uno: salir de la furgoneta sin máscaras para atracar un banco, e incluso, huir de ese mismo banco sin taparse los rostros. (Zona spoiler *3).
Control:
Conectado con el juego psicológico que mencionamos sobre Nathan, otro aspecto que pone a la historia en alto es que su situación está supeditada al control. Cuando nos lo presentan, parece ser un hombre de familia resolutivo con éxito profesional y una hija sagaz y bienhablada, es decir, todo está bajo control. Lo que genera el abismo del incidente-incitador es, precisamente, detener ese control de Nathan para que tenga que usar sus habilidades para recuperarlo, es como una prueba, un examen: ¿podrá un psiquiatra mantener la calma y resolver este rompecabezas?
Lo otro que mantiene a la película con vida es la intriga, para la cual la película aprovecha el timing de 110 minutos y va revelando rodaja por rodaja sin apuro, con tal de mantenernos interesados, lo que logra que cuando llegan las respuestas sintamos que hubo ocultamiento pero con una clara intención.
Qué mejor lugar para guardar información reveladora que la propia mente humana, ese el punto álgido de la película, llevado con vigor gracias a el trabajo de Brittany Murphy.
7.2/10
Una sinopsis y sus aliados:
El argumento de la cinta es bueno, no importa si por mérito de la novela o el guionista, pero uno de esos que enganchan desde el principio y más si la escena de apertura parece tener poco que ver con esa sinopsis. Además, secuestros y planes a contrarreloj son elementos que se llevan bien juntos.
Por otro lado, los 'aliados' vienen de la mano de Michael Douglas y una portentosa Brittany Murphy. El primero hace su típico papel de hombre conforme (o inconforme) viviendo un día de mierda, pero Douglas lo hace de forma convincente, lleva su frustración y enojo a un extremo en el que sus habilidades como psiquiatra serán indispensables. La segunda, como ya había demostrado en 'Inocencia interrumpida', brilla por su bivalencia tanto para el drama como para el suspenso, Murphy persuade con su personaje traumatizado y logra la justa medida entre desequilibrio y comprensión.
Gusto por lo psíquico:
Fleder ya había mostrado gusto por dirigir thriller psicológicos con 'Besos que matan', y aquí 'Ni una palabra' se queda con los aciertos de igual manera que con los fallos del filme con Freeman. Lo reminiscente que funciona otra vez es el juego psicológico: si antes lo traía Alex Cross y su psicología inversa, ahora Nathan Conrad toma ese cargo con dignidad. Aquí Douglas y Murphy se enfrentan de parietal a occipital sin la contemplación de que están más unidos de lo que parece, un padre desesperado, una hija desesperada, una dinámica de roles que dice mucho sobre el desarrollo de la historia. Con respecto al apartado negativo, lo criticable que arrastra la cinta serían ciertos usos de la cámara lenta que sobran (especialmente al final); pero, aclaramos, no todos, el del principio con Patrick sirve para mostrar su ira interior.
Cronómetro de thriller:
'Ni una palabra' maneja una historia entrelazada que funciona como un excelente 'macguffin' narrativo ya desde la sinopsis y la introducción de la película, da igual si uno sabía o no de qué trataba la historia, sabemos que el guion se va encargar de unir los cabos sueltos del relato mientras vemos los destinos paralelos de los delincuentes y la familia de Nathan. Al hacer las conexiones, la trama múltiple desemboca en algunos golpes de efecto y giros de tuerca bien empleados sumado a un interesante vínculo entre Nathan, su viejo amigo Sachs y, sobretodo, Elisabeth. Asimismo, el ritmo ágil y despierto del filme (que se agradece) sirve para enmascarar aquellas falencias que pueden anoticiarse pensando en frío.
La única trama que podría sobrar sería la de la investigadora de Jennifer Esposito, la cual no es del todo necesaria para que la película pueda avanzar y termina por alargar un poco el metraje (*zona spoiler 1). Por último, aunque tiene destellos pequeños de valor, la subtrama de la esposa del prota no termina de ser explotada. Está claro que es necesario porque se trata de un personaje importante, sin embargo, (*2 zona spoiler).
Los malos malotes:
Una de las cosas que sí puede llegar a afectar nuestra experiencia es el grupo de ineptos granujas y su continúa toma de decisiones estúpidas que entorpecen la trama. Por dar un ejemplo, la escena inicial del robo ya tiene uno: salir de la furgoneta sin máscaras para atracar un banco, e incluso, huir de ese mismo banco sin taparse los rostros. (Zona spoiler *3).
Control:
Conectado con el juego psicológico que mencionamos sobre Nathan, otro aspecto que pone a la historia en alto es que su situación está supeditada al control. Cuando nos lo presentan, parece ser un hombre de familia resolutivo con éxito profesional y una hija sagaz y bienhablada, es decir, todo está bajo control. Lo que genera el abismo del incidente-incitador es, precisamente, detener ese control de Nathan para que tenga que usar sus habilidades para recuperarlo, es como una prueba, un examen: ¿podrá un psiquiatra mantener la calma y resolver este rompecabezas?
Lo otro que mantiene a la película con vida es la intriga, para la cual la película aprovecha el timing de 110 minutos y va revelando rodaja por rodaja sin apuro, con tal de mantenernos interesados, lo que logra que cuando llegan las respuestas sintamos que hubo ocultamiento pero con una clara intención.
Qué mejor lugar para guardar información reveladora que la propia mente humana, ese el punto álgido de la película, llevado con vigor gracias a el trabajo de Brittany Murphy.
7.2/10
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
*1 a su vez, solo usan esta trama para justificar el maquillar el deus-ex machina de la aparición milagrosa de la policía para salvarle el día a Nathan.
2* su única escena hecha para brillar (la pelea contra el ladronzuelo) si bien logra que se asestan un par de golpes embelecadores, se arruina por el montaje que compagina este momento con la huida de Nathan del hospital.
*3 Pero eso no es todo, otra de las tonterías que uno puede ver es el final, en el que Patrick mata a uno de sus secuaces mientras peleaba con Nathan sin siquiera pensar por un segundo que su otro secuaz también podía temer por su vida y quizás, no sé, ¿matarlo, aunque sea? Ah, y no olvidarnos de cuando los malos malotes amenazan al padre de Elisabeth en una estación de metro (un lugar público) donde de seguro tiene que haber al menos un puñado de policías.
Contenido:
El contenido que esconde esta historia se huele con tres padres, uno es el padre de Elisabeth, el otro es Nathan y el otro Patrick. Lo interesante o llamativo es que tanto el padre de Elisabeth como Patrick se dejan vender, pagan el precio de su codicia con una muerte accidental, Russel a causa de un tren, Patrick, de la tierra. Lo brillante con respecto a Nathan es que, mientras Patrick lo acusa de no ser como él por el hecho de que él sí mataría a los secuestradores de su hija, Nathan lo hace contradecirse y lanza su 'tesoro', esto para demostrar si realmente valía una vida.
2* su única escena hecha para brillar (la pelea contra el ladronzuelo) si bien logra que se asestan un par de golpes embelecadores, se arruina por el montaje que compagina este momento con la huida de Nathan del hospital.
*3 Pero eso no es todo, otra de las tonterías que uno puede ver es el final, en el que Patrick mata a uno de sus secuaces mientras peleaba con Nathan sin siquiera pensar por un segundo que su otro secuaz también podía temer por su vida y quizás, no sé, ¿matarlo, aunque sea? Ah, y no olvidarnos de cuando los malos malotes amenazan al padre de Elisabeth en una estación de metro (un lugar público) donde de seguro tiene que haber al menos un puñado de policías.
Contenido:
El contenido que esconde esta historia se huele con tres padres, uno es el padre de Elisabeth, el otro es Nathan y el otro Patrick. Lo interesante o llamativo es que tanto el padre de Elisabeth como Patrick se dejan vender, pagan el precio de su codicia con una muerte accidental, Russel a causa de un tren, Patrick, de la tierra. Lo brillante con respecto a Nathan es que, mientras Patrick lo acusa de no ser como él por el hecho de que él sí mataría a los secuestradores de su hija, Nathan lo hace contradecirse y lanza su 'tesoro', esto para demostrar si realmente valía una vida.