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Argentina Argentina · Rosario, Santa fé
Voto de DaniLoud:
7
Drama Andrew Beckett, un joven y prometedor abogado de Philadelphia, es despedido del prestigioso bufete en el que trabaja cuando sus jefes se enteran de que ha contraído el sida. Decide entonces demandar a la empresa por despido improcedente, pero en un principio ningún abogado acepta defender su caso. (FILMAFFINITY)
19 de febrero de 2023
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Poco se sabe de por qué Jonathan Demme pasó de dirigir "El silencio de los corderos" a un drama social como "Filadelfia". Quizás fue una decisión personal, quizás un sentimiento de coraje y compasión hacia las personas que atravesaron el sida, quizás fue un movimiento impulsado por la empatía; poco se sabe, también, por qué la película lleva el título que lleva, tal vez el propio Nyswaner es el único que puede proporcionar una respuesta. Lo importante es que Filadelfia ya tiene el mérito de ser nombrada "clásico".

Este filme cambió la vida de muchas personas, no solo de los involucrados en hacerla (Tom Hanks ganó su primer Óscar y Bruce Springsteen hizo una de sus canciones más emblemáticas), sino también la de aquellas personas que tenían prejuicios o necesitaban ampliar su comprensión sobre la enfermedad.

A su vez pudo servir como un ensayo expositivo sobre aquellas que rogaban por respeto, compasión y ayuda mientras traspasaban un momento difícil, o conocían a alguien que estuviera en esa situación, gracias al VIH. Hablamos de una enfermedad que acabó con la vida de millones de personas y que turba cada vez que se habla de ella. Por eso, la realización de esta cinta fue un hito importante.

En esencia, se trata de una buena película, un drama conmovedor, un escenario ideal para que los actores hagan un trabajo memorable y triste. Podríamos decir que se trató de una película necesaria, cuya existencia fue importante, cuya realización fue un desafío controversista. Sin embargo, sería oportuno mencionar que fue, tal vez, esa importancia que tuvo el filme y lo necesario que fue para el momento en el que se estreno fue lo que terminó por inflarlo un poco y que muchas la recuerden mejor de lo que, en realidad, es.

No es que todos los críticos en congregación estuvieron totalmente de acuerdo en el análisis y concluyeron de forma unánime que se trataba de tal cosa u otra, a algunos especialistas les disgustó esta cinta, a otros, todo lo contrario. El problema central es que se fueron rastreando con el tiempo los conflictos de una película que golpeó fuerte en su turno, pero a la cual el paso del tiempo (y las vicisitudes coyunturales que este trae), afectaron.

En primer lugar, esta clara la condición de "proclama" que tuvo esta cinta. Todo se compone de alegatos, conversaciones y comentarios incisivos, imágenes de Fujimoto con un carácter social y un sentimiento de drama apabullante. Por ende, en este tejido de escenas, hay ocasiones en las que la cinta deje entrever pequeños sermones u otras en las que ciertas imágenes o diálogos buscan impactar en la sensibilidad del espectador y quizás lo logren (en especial, gracias a Hanks), el problema es que esto sacrifica los méritos del juicio, impone tendencia a las repentinas decisiones del juez y resta verosimilitud a la película.

Siempre es importante poner una obra, sea del arte que sea, dentro de contexto. No es lo mismo leer la Biblia o "Ilíada" con contexto que sin él, lo mismo podría decirse de "La divina comedia", las obras de Moliere, Hesse o de "El retrato de Dorian Grey". Por consiguiente, quizá es lógico que las imágenes o comentarios de "Filadelfia" no sean tan renovadores como fueron antes, sin embargo, esto que no justifica que tienden mucho a la afectación y el dramatismo y poco al realismo seco que propiciarían el juicio, la enfermedad o los prejuicios.

Uno puede entregarse solo a sentir y conmoverse con este drama ciertamente triste pero poco hondo. Se centra mucho en lo elemental de cada situación y con poca exploración en las capas más profundas de estos personajes (zona spoiler *1).

Por otra parte, el aspecto temporal de la narración, a veces, flaquea. Algunas elipsis temporales se eligen con negligencia e impiden, por ejemplo, que veamos a Andrew haciendo su trabajo o cómo era su vida, o cómo es el sentido de justicia de Miller, sobre qué valores se impulsa. A su vez, ciertas analepsis del final son algo difusas, poco claras.

Por último, en mi opinión, no son tan acertados esos comentarios de que esta fue una cinta sobre homosexuales hecha por todas personas heterosexuales; no es que la afirmación signifique que las personas nombradas no trabajaron en el filme, esta se refiere a cómo retrataron a los homosexuales y sus intimidades en la cinta, para lo cual no estoy tan en desacuerdo.
Sin entrar en detalles, puede ser cierto que los personajes homosexuales, en ciertos puntos, son representados con nociones estereotipadas y trilladas, lo cual puede ser un punto paradójico para una cinta que trata los temas que trata, pues como dijo la dramaturga francesa Chimamanda Adichie en una charla TED: "El problema con los estereotipos no es que no son ciertos, sino que son incompletos [no cabales]".

No obstante, sí debo decir que discrepo con posiciones más extremistas, las cuales señalan que las películas que intentan decir algo sobre homosexuales o transexuales pueden ser hechas solo por personas que pertenezcan a dichas orientaciones sexuales, porque es la única forma en la que van a ser atinadas.
Esto se trata de una asociación apresurada, una falacia de alegato especial (descalificar un argumento alegando que la persona que lo profesa posiblemente no puede comprender las sutilezas o complejidades del tema, porque no alcanza el nivel de entendimiento requerido); no significa que porque la escritora afroamericana Alice Walker haya hecho "El color púrpura", una novela que denuncia el racismo y el esclavismo, la película debe ser dirigida por un afromericano, de hecho, la terminó dirigiendo Steven Spielberg. A su vez, Harper Lee, una mujer blanca, denunció el racismo en su novela "Matar a un ruiseñor" o el difunto Jean-Marc Vallée trató los temas del sida y la transexualidad en su cinta "Dallas Buyers Club". No hay que pertenecer a un grupo para exhibir las crueldades, peripecias o problemas con los que este lidia; en definitiva, todos somos homo sapiens, seres humanos, pertenecemos a esa especie.


7,4/10
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
DaniLoud
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