Pues con esta damos por finalizada esta nueva trilogía sobre el universo de la Guerra de las Galaxias y lo mejor que se puede decir de ella es que tanta gloria encuentre como descanso deja, y que cierre al salir que hace corriente.

es cierto que Disney le encargó a J.J. Abrams y su equipo un desafío imposible: recuperar el espíritu de la saga original adaptado al siglo XXI. Seguramente lo intentaron con todas sus fuerzas, pero el resultado es, como era previsible, claramente deficiente.

Esta película en concreto comparte los problemas de las anteriores. Toma un material tan atractivo como los Jedi y los Sith, el enfrentamiento entre rebeldes e imperios o el camino del héroe (heroína en este caso) hasta el dominio de su poder y lo mezcla de forma caótica, absurda. En ocasiones se permite la osadía de desafiar al canon establecido y encima lo hace para liar la historia aún más. Rey sigue en su confuso ascenso a ser la Jedi más poderosa de la historia sin que se entienda muy bien el cómo lo hace. Kylo Ren/Ben va dando bandazos entre ser el nuevo Darth Vader o el nuevo Han Solo, sin que tampoco entendamos sus abruptos giros de personalidad.

Lo de los (escasos) personajes originales que sobreviven sigue el mismo tratamiento denigrante que en las dos anteriores. A veces parece que se rían de ellos, obligándolos a hacer y decir cosas ridículas. Los personajes nuevos, exceptuando a Rey, son caricaturas, estereotipos con patas sin personalidad ni interés.

Además se siguen fusilando escenarios y escenas de la saga original, de una forma tan descarada que da vergüenza ajena. Y el resultado final es un batiburrillo, una mezcla caótica que quiere apelar a la emotividad de la original y se queda en confusión. Después de ver las tres películas hay un montón de preguntas que se quedan sin respuesta o que tienen una solución estúpida.

Pero esto es lo que hay, amigos. Estamos en una nueva época con unos condicionantes sociales que acaban por complicar todo, como que ahora todas las películas tienen que tener personajes femeninos fuertes, empoderados y resolutivos que, queriendo solucionar tantos años de machismo, acaban por resultar cargantes. Y eso es, por cierto, uno de los problemas menores de esta película y esta nueva saga, a la que mantendrán vigentes la gigantesca maquinaria de merchandising de Disney, pero que en realidad ya nacieron muertas.

Para pasar el rato es bastante mala. Como continuación de un universo tan fascinante es un churro.