Esta película va de un tío parecido a Manolete que no consigue dormir bien por las noches y tiene la sensación de estar perdiendo la chaveta. Atormentado por fantasmas de lo que cree es su pasado emprende una truculenta búsqueda de su yo interior, pero sin hacer yoga ni meditación.

Tiene una buena fotografía y esta bien rodada, algún que otro susto al mas puro estilo de las películas de terror. Michael Petroni pierde una buena oportunidad para hacer un triller mas original. Aun así tiene un par de giritos argumentales que son lo que hacen que merezca la pena su visionado.

No es la mejor película de Adrien Brody aunque es un actor muy verosímil y que ademas toca el piano como nadie. Lo mejor de la película son los secundarios, el papel del padre y el de la mujer policía.

Como curiosidad aparece Sam Neil en una película similar a una que protagonizo él en los años noventa, En la boca del miedo. Es difícil innovar en el genero de películas de terror y da la sensación de que esta todo inventado.