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Voto de Meroe:
7
7,5
2.836
Serie de TV. Animación. Acción. Aventuras. Comedia
Serie de TV (2016-Actualidad). 6 temporadas. Las personas no nacen igual. El protagonista de esta historia es uno de esos casos raros que nacen sin superpoderes, pero esto no le impedirá perseguir su sueño: ser un gran héroe como el legendario All-Might. Para convertirse en el héroe que quiere ser, se apuntará a una de las academias de héroes más prestigiosas del país: Yueiko. Con la ayuda de su ídolo, All-Might, ¿podrá convertirse en ... [+]
27 de agosto de 2017
18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Alguna vez habéis puesto la mano en la cabeza de un niño y habéis acariciado su pelo como tantas veces hemos visto hacer en los animes? Hasta que no sientes el deseo sincero de hacerlo no sabes realmente qué simboliza. Se trata desde luego de un gesto dulce y cariñoso, pero además de ello implica protección y nostalgia: a través de ese contacto que no llega a ser una caricia le estamos pidiendo o bien que no crezca más o que, si lo hace, conserve esa personalidad que nos ha hecho quererle. En mi caso se trata de la humildad, y es que no hay nada en el mundo que me enternezca más que un espíritu humilde. ¿Qué tiene ésto que ver con Boku no Hero Academia? Pues que éste es el anime que más me ha enternecido de cuantos he visto. Por su dulzura y sencillez, por su humor efervescente y sus personajes entrañables. Por la ternura empapada de un espíritu joven con la que nos cuentan la historia. Porque cada vez que Deku aparecía en pantalla sentía deseos de acariciarle su espeso cabello verde y pedirle de corazón que no cambiara nunca.
Boku no Hero Academia es una serie divertida, cómica desde todo punto de vista. Pero más allá de esa atmósfera de humor amarillo que todos los que hemos crecido con series como Dragon Ball conocemos, lentamente se va asomando una sensibilidad tierna e infantil como el propio protagonista, un carácter sencillo y humilde que se nos presenta con la mayor jovialidad y valentía pero sin pretensiones de ningún tipo. No sé de qué mejor modo puedo expresarlo: Me he enamorado de Boku no Hero Academia.
No se trata del amor embriagador y fiel que siento por Fullmetal Alchemist: Brotherhood; ni el amor oscuro que le profeso a Death Note; tampoco se trata de un amor retorcido y complejo (Neon Genesis Evangelion), ni dulce y masoquista (Puella Magi Madoka Magica). Como a todo otaku hay animes que me atraparon en sus magnéticas redes en cuanto los vi, y por muy diferentes que sean entre sí cada historia que ocupa un hueco en mi interior se caracteriza por la intensidad: están en mi top porque lograron impactarme con su singularidad. Todo lo contrario a lo que he sentido mientras veía Boku no Hero Academia, que me ha enamorado sin esforzarse, tan solo con su humildad cálida, alegre y naive. Ha despertado en mi una ternura sincera y sosegada como pocos animes antes. Porque no tiene máscaras, no oculta nada.
Si recordáis la película Los Increíbles, en ella Síndrome se revela como uno de los villanos más interesantes de la factoría Pixar al confesar que su objetivo final es hacer que los ciudadanos adquieran sus creaciones, lo que les otorgaría habilidades cuasi idénticas a los de los superhéroes y así "…Cuando todo el mundo sea Superhéroe nadie lo será". Los Increíbles mostraba una valiosa lección: Nunca se debe menospreciar el rencor de un niño, menos aún cuando éste es un genio. Bien, ya volveré luego con éste carismático villano. Boku no Hero Academia toma como base la posibilidad de que prácticamente todos los seres humanos de la Tierra nazcan con poderes asombrosos, cada cual más extraordinario. Desde volar, la telequinesis y la super fuerza hasta desarrollar las habilidades fisiológicas de un animal, pasando por dominar algún elemento o la invisibilidad. Por supuesto nadie puede elegir el poder que su cuerpo desarrollará, si bien a lo largo de la serie se explica que siempre hay alguna predisposición genética, incluso la posibilidad de recibir los dones de ambos progenitores.
Lo que Síndrome maquiavelicamente predijo para su propio mundo no se corresponde con el de Boku no Hero Academia. Aquí, donde el 80% de la población mundial ya nace con poderes especiales, los Superhéroes no solo no han dejado de existir sino que han hecho de sus poderes su profesión. A éstas alturas todos sabemos que no todo aquel que tiene un don especial lo emplea para el bien; de lo contrario no existirían los villanos ni, por ende, los héroes. Así que en el mundo de Boku no Hero Academia para contraatacar a los diversos malhechores con poderes que pululan por las calles, ser Superhéroe se ha convertido en un trabajo. Más allá de nombres pomposos y ropas brillantes los Superhéroes se han convertido en los bomberos, los policías, las fuerzas del orden que protegen a los ciudadanos del crimen. No todos quieren ni pueden convertirse en Superhéroes, pero el que lo consigue goza de fama y fortuna hasta el fin de sus días; de ahí que muchos jóvenes se sientan tentados a seguir los pasos de sus gloriosos ídolos, como All Might: el más querido y poderoso de entre todos los héroes.
Midoriya Izuku (o Deku) ha crecido admirando a All Might desde lo más profundo de su buen corazón, y desde pequeño soñó con convertirse en Superhéroe para parecerse a él. Pero Deku nació con una característica muy poco favorable para su tiempo: no tiene singularidad, no tiene poderes. Tal que los Squib en el universo de Harry Potter, aunque se trate de casos muy raros las personas como Deku son consideradas casi como deficientes; se les acepta pero con una mirada de reojo, algunas veces con falsa condescendencia, la mayoría de las veces con superioridad. Y nadie representa mejor éste papel que el matón Bakugo Katsuki (Kacchan), antiguo amigo de la infancia de Deku y el tipo de persona por el que existe la frase “con amigos como tú, ¿quién necesita enemigos?”. La vida tampoco es justa en éste extraordinario mundo, y una mala persona como Katsuki posee un poder que genera admiración allá donde va mientras que el inocente Deku se limita a observar a sus ídolos y a tomar notas con mente experta (poderes, variantes, puntos debiles…). Nunca tendrá una particularidad y lo sabe, pero se resiste con todas sus fuerzas a la idea de abandonar sus sueño de entrar en la academia UA para Superhéroes donde también irá Kacchan.
(Sigue en spoiler)
Boku no Hero Academia es una serie divertida, cómica desde todo punto de vista. Pero más allá de esa atmósfera de humor amarillo que todos los que hemos crecido con series como Dragon Ball conocemos, lentamente se va asomando una sensibilidad tierna e infantil como el propio protagonista, un carácter sencillo y humilde que se nos presenta con la mayor jovialidad y valentía pero sin pretensiones de ningún tipo. No sé de qué mejor modo puedo expresarlo: Me he enamorado de Boku no Hero Academia.
No se trata del amor embriagador y fiel que siento por Fullmetal Alchemist: Brotherhood; ni el amor oscuro que le profeso a Death Note; tampoco se trata de un amor retorcido y complejo (Neon Genesis Evangelion), ni dulce y masoquista (Puella Magi Madoka Magica). Como a todo otaku hay animes que me atraparon en sus magnéticas redes en cuanto los vi, y por muy diferentes que sean entre sí cada historia que ocupa un hueco en mi interior se caracteriza por la intensidad: están en mi top porque lograron impactarme con su singularidad. Todo lo contrario a lo que he sentido mientras veía Boku no Hero Academia, que me ha enamorado sin esforzarse, tan solo con su humildad cálida, alegre y naive. Ha despertado en mi una ternura sincera y sosegada como pocos animes antes. Porque no tiene máscaras, no oculta nada.
Si recordáis la película Los Increíbles, en ella Síndrome se revela como uno de los villanos más interesantes de la factoría Pixar al confesar que su objetivo final es hacer que los ciudadanos adquieran sus creaciones, lo que les otorgaría habilidades cuasi idénticas a los de los superhéroes y así "…Cuando todo el mundo sea Superhéroe nadie lo será". Los Increíbles mostraba una valiosa lección: Nunca se debe menospreciar el rencor de un niño, menos aún cuando éste es un genio. Bien, ya volveré luego con éste carismático villano. Boku no Hero Academia toma como base la posibilidad de que prácticamente todos los seres humanos de la Tierra nazcan con poderes asombrosos, cada cual más extraordinario. Desde volar, la telequinesis y la super fuerza hasta desarrollar las habilidades fisiológicas de un animal, pasando por dominar algún elemento o la invisibilidad. Por supuesto nadie puede elegir el poder que su cuerpo desarrollará, si bien a lo largo de la serie se explica que siempre hay alguna predisposición genética, incluso la posibilidad de recibir los dones de ambos progenitores.
Lo que Síndrome maquiavelicamente predijo para su propio mundo no se corresponde con el de Boku no Hero Academia. Aquí, donde el 80% de la población mundial ya nace con poderes especiales, los Superhéroes no solo no han dejado de existir sino que han hecho de sus poderes su profesión. A éstas alturas todos sabemos que no todo aquel que tiene un don especial lo emplea para el bien; de lo contrario no existirían los villanos ni, por ende, los héroes. Así que en el mundo de Boku no Hero Academia para contraatacar a los diversos malhechores con poderes que pululan por las calles, ser Superhéroe se ha convertido en un trabajo. Más allá de nombres pomposos y ropas brillantes los Superhéroes se han convertido en los bomberos, los policías, las fuerzas del orden que protegen a los ciudadanos del crimen. No todos quieren ni pueden convertirse en Superhéroes, pero el que lo consigue goza de fama y fortuna hasta el fin de sus días; de ahí que muchos jóvenes se sientan tentados a seguir los pasos de sus gloriosos ídolos, como All Might: el más querido y poderoso de entre todos los héroes.
Midoriya Izuku (o Deku) ha crecido admirando a All Might desde lo más profundo de su buen corazón, y desde pequeño soñó con convertirse en Superhéroe para parecerse a él. Pero Deku nació con una característica muy poco favorable para su tiempo: no tiene singularidad, no tiene poderes. Tal que los Squib en el universo de Harry Potter, aunque se trate de casos muy raros las personas como Deku son consideradas casi como deficientes; se les acepta pero con una mirada de reojo, algunas veces con falsa condescendencia, la mayoría de las veces con superioridad. Y nadie representa mejor éste papel que el matón Bakugo Katsuki (Kacchan), antiguo amigo de la infancia de Deku y el tipo de persona por el que existe la frase “con amigos como tú, ¿quién necesita enemigos?”. La vida tampoco es justa en éste extraordinario mundo, y una mala persona como Katsuki posee un poder que genera admiración allá donde va mientras que el inocente Deku se limita a observar a sus ídolos y a tomar notas con mente experta (poderes, variantes, puntos debiles…). Nunca tendrá una particularidad y lo sabe, pero se resiste con todas sus fuerzas a la idea de abandonar sus sueño de entrar en la academia UA para Superhéroes donde también irá Kacchan.
(Sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
En una sociedad donde las personas dependen casi enteramente de poderes especiales Deku desarrolla su humildad e ingenio. Sin embargo la pared que le separa de su sueño de convertirse en Superhéroe permanece incólume: carece de superpoderes.
Quiere el destino que All Might se cruce en el camino de Deku y entonces se genera un lazo maestro-alumno que será una de las bases principales de la historia. Lejos de la imagen de cachas invencible y seguro de sí mismo que exhibe, All Might resulta ser un hombre corriente que heredó su poder (llamado One For All) de su maestro, un don que recoge el poder de todos los que lo han poseído y que crece en fuerza con cada nuevo huésped. Sin dudarlo All Might le entrega el One For All a Deku, el único joven que ha conocido con verdadera vocación de héroe: aquel con el impulso de ayudar a quienquiera que esté en peligro. Sin embargo nada que valga la pena es fácil. Así como el recipiente ha de ser lo suficientemente resistente para soportar el contenido que viertan en él, Deku tiene que entrenar y esforzarse al máximo para que su pequeño y frágil cuerpo pueda aceptar y controlar el One For All y gracias a la ayuda del Superhéroe número 1, el chico logra su objetivo de entrar en la Academia UA, si bien controlar su One For All será un camino largo y complicado que de seguro llevará unas cuantas temporadas. Pero ésto solo es una pequeña parte de la historia.
Lo que hace tan especial a Boku no Hero Academia se encuentra precisamente entre las paredes de esa prestigiosa escuela donde cada alumno que conocemos es interesante a su manera. Está la espontánea y honesta Ochako y el siempre correcto Tenya, que ciertamente son dos de los personajes donde más se enfoca. Pero además de ellos están el introvertido y poderosisimo Todoroki Shoto, capaz de congelar con una mano y crear llamas con la otra; el sereno y atractivo Tokoyami, un ser con cabeza de pájaro negro cuya particularidad es el control de una sombra oscura capaz de cosas sorprendentes; el divertido y enano “niño uva” cuyo don es lanzar pelotas pegajosas que crecen en su cabeza; Asui, una joven con las habilidades y la apariencia ambigua de una rana; la exhuberante Momo, que puede sacar cualquier objeto de su cuerpo, y un largo etcétera de personajes adorables.
Al tratarse de una serie cómica podríamos esperar que se abordara a los personajes con relativa sencillez, sin ahondar en sus personalidades o, quizás, sin mostrarnos un espíritu maduro. Sin embargo Boku no Hero Academia es capaz de dotar a sus personajes principales con un carácter profundo digno de animes más “serios” sin perder en absoluto el ambiente humorístico que empapa la serie. Como toda historia de Superhéroes -aunque se trate de aspirantes a…- tenemos estupendas batallas contra villanos donde si bien predomina la certeza casi absoluta de que los buenos venceran, deja un emocionante espacio para la duda; amén de impactantes sacrificios por parte de entregados profesores que buscan proteger a sus alumnos por encima de su propia integridad. Para los espectadores más nostálgicos introducen también un misterio no resuelto en ésta primera temporada sobre la verdadera identidad del villano principal que actúa desde las sombras creando abominaciones mutantes con el único propósito de destruir a All Might. La historia de Deku y sus compañeros no ha hecho más que empezar, y yo ya estoy deseando ver la continuación de la serie.
Con matices de acción, misterio y drama en algunas ocasiones pero sin perder en ningún momento ese espíritu jovial y divertido, Boku no Hero Academia es una serie estupenda en su género. Es sencilla, sin pretensiones y sin embargo llena de virtudes admirables para una comedia sobre Superhéroes (como One Punch Man). Por ese maravilloso protagonista llamado Deku y, especialmente, por esa narración limpia y fresca a mi me ha enamorado. Más que enamorarme: ha conseguido enternecerme más que ningún otro anime que haya visto.
Quiere el destino que All Might se cruce en el camino de Deku y entonces se genera un lazo maestro-alumno que será una de las bases principales de la historia. Lejos de la imagen de cachas invencible y seguro de sí mismo que exhibe, All Might resulta ser un hombre corriente que heredó su poder (llamado One For All) de su maestro, un don que recoge el poder de todos los que lo han poseído y que crece en fuerza con cada nuevo huésped. Sin dudarlo All Might le entrega el One For All a Deku, el único joven que ha conocido con verdadera vocación de héroe: aquel con el impulso de ayudar a quienquiera que esté en peligro. Sin embargo nada que valga la pena es fácil. Así como el recipiente ha de ser lo suficientemente resistente para soportar el contenido que viertan en él, Deku tiene que entrenar y esforzarse al máximo para que su pequeño y frágil cuerpo pueda aceptar y controlar el One For All y gracias a la ayuda del Superhéroe número 1, el chico logra su objetivo de entrar en la Academia UA, si bien controlar su One For All será un camino largo y complicado que de seguro llevará unas cuantas temporadas. Pero ésto solo es una pequeña parte de la historia.
Lo que hace tan especial a Boku no Hero Academia se encuentra precisamente entre las paredes de esa prestigiosa escuela donde cada alumno que conocemos es interesante a su manera. Está la espontánea y honesta Ochako y el siempre correcto Tenya, que ciertamente son dos de los personajes donde más se enfoca. Pero además de ellos están el introvertido y poderosisimo Todoroki Shoto, capaz de congelar con una mano y crear llamas con la otra; el sereno y atractivo Tokoyami, un ser con cabeza de pájaro negro cuya particularidad es el control de una sombra oscura capaz de cosas sorprendentes; el divertido y enano “niño uva” cuyo don es lanzar pelotas pegajosas que crecen en su cabeza; Asui, una joven con las habilidades y la apariencia ambigua de una rana; la exhuberante Momo, que puede sacar cualquier objeto de su cuerpo, y un largo etcétera de personajes adorables.
Al tratarse de una serie cómica podríamos esperar que se abordara a los personajes con relativa sencillez, sin ahondar en sus personalidades o, quizás, sin mostrarnos un espíritu maduro. Sin embargo Boku no Hero Academia es capaz de dotar a sus personajes principales con un carácter profundo digno de animes más “serios” sin perder en absoluto el ambiente humorístico que empapa la serie. Como toda historia de Superhéroes -aunque se trate de aspirantes a…- tenemos estupendas batallas contra villanos donde si bien predomina la certeza casi absoluta de que los buenos venceran, deja un emocionante espacio para la duda; amén de impactantes sacrificios por parte de entregados profesores que buscan proteger a sus alumnos por encima de su propia integridad. Para los espectadores más nostálgicos introducen también un misterio no resuelto en ésta primera temporada sobre la verdadera identidad del villano principal que actúa desde las sombras creando abominaciones mutantes con el único propósito de destruir a All Might. La historia de Deku y sus compañeros no ha hecho más que empezar, y yo ya estoy deseando ver la continuación de la serie.
Con matices de acción, misterio y drama en algunas ocasiones pero sin perder en ningún momento ese espíritu jovial y divertido, Boku no Hero Academia es una serie estupenda en su género. Es sencilla, sin pretensiones y sin embargo llena de virtudes admirables para una comedia sobre Superhéroes (como One Punch Man). Por ese maravilloso protagonista llamado Deku y, especialmente, por esa narración limpia y fresca a mi me ha enamorado. Más que enamorarme: ha conseguido enternecerme más que ningún otro anime que haya visto.