Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Caith_Sith:
5
Acción. Drama. Fantástico Japón, siglo XVI. El legendario guerrero ninja y bandido -a lo Robin Hood- Ishikawa Goemon (Eguchi) roba a los ricos para alimentar a los pobres. En un reino fracturado, Goemon se enfrentará a sacrificios aún mayores para lograr la paz y vengar a su maestro traicionado... Nueva película del controvertido director de Casshern, basada en esta ocasión en Ishikawa Goemon, un ladrón del folklore japonés. (FILMAFFINITY)
30 de octubre de 2009
11 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hace falta irse hasta Akira Kurosawa para encontrar a mejores realizadores nipones que el que firma Goemon, un amigo del Photoshop que firmó con Casshern una de las obras más rotundas a nivel visual de la década, una postal extremadamente cuidada que veía cómo tanta saturación de colores no hacía otra cosa que enterrar una historia interesante a todas luces, no original, pero si digna, que lamentablemente nunca conseguía desarrollarse bien por una evidente carencia de Kazuaki Kiriya a la hora de narrar historias. El problema de Casshern no era tanto su ambición (que la tenía) como su incapacidad de ofrecer algo más allá de lo obvio, además de presentar unos problemas colosales de ritmo, pasando de una escena fantástica a otras tantas donde no pasaba nada relevante, cargándose la estructura interna del film. Pese a todo, la defiendo como un intento de hacer algo diferente, no hacerlo del todo mal y además ser recordable por sus méritos, que no son pocos.

Goemon partía pues de una base inmejorable, contando la historia del popular personaje homónimo del folklore japonés y teniendo en su reparto a Susumu Terajima, habitual de Kitano, y que en este nuevo film interpreta a otra figura histórica del país nipón: Hattori Hanzo, popularizado (aunque no es ni mucho menos reciente) por Tarantino a través de Kill Bill. Lamentablemente, el realizador japonés ha olvidado los problemas de Casshern, se ha limitado a solucionarlos erradicando de raíz lo que la hacía imperfecta. El resultado es una falta completa de intenciones serias: los discursos de Casshern se han olvidados, aquí se intenta contar la nada más absoluta, seguir los avatares del destino de un par de divertidos personajes pero que, tras media hora, nos importan bien poco.

Rodada como si fuese la cinemática de algún videojuego de nueva generación, a toda velocidad y con (diría) al menos un 30% de metraje en animación 3D (casi todas las escenas ágiles son en realidad modelos tridimensionales, al igual que en las caídas o los fondos), Goemon es más que nunca una postal que se mira, pero no se observa. No hay donde rascar, y lamentablemente Kazuaki Kiriya intenta darle trascendencia mediante un tramo final que abandona la pseudo-comedia para optar por el drama épico. Se toma demasiado en serio cuando yo, personalmente, ya había tirado la toalla. Hiperbólica aproximación a un personaje clásico del país nipón, estéticamente portentosa, aunque fría; carente de ritmo, de argumento y de algo que nos importe cinco minutos más tarde de que suceda. Más de dos horas de puro artificio, ni más ni menos.
Caith_Sith
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow