Esta película es la prueba física de la presencia psicológica del Lado Oscuro en nuestro célebre productor: George Lucas, el niño mimado de Hollywood por excelencia. Él produjo esta película, nada menos que 34 millones.

Podría pasar por una película hecha por la misma gente que hizo la adaptación de Super Mario Bros, con la curiosa diferencia de que esta está muchísimo mejor hecha y costó muchísimo menos dinero. Y sinceramente es mucho mejor. Y sin embargo, es una de las películas más célebremente cutres que he vislumbrado por los siguientes motivos:
- La historia trata de un alienígena en forma de pato antropomórfico, procedente de un planeta repleto de paralelismos con la Tierra y nuestra civilización. Vale, idea divertida.
- A ratos no sabes si la película es para críos (porque, argumentalmente, es plenamente apta) o para adultos (abundan las referencias sexuales y las palabrotas).
- A ratos, los diálogos brindados por el protagonista alienígena son simplemente geniales.
- A veces tiene una combinación de diálogos, interpretaciones y giros argumentales que arrancan sonrojos sangrientos.

¿Mi veredicto?
Veánla. Es tan cutre y tan zafia que es buena, hay que verla para reírse con los colegas.

Eso sí: casi todo aqul que participó en esta película echó su carrera a la basura. Ni siquiera Tim Robins mereció librarse tras poner el pie en esta mierda. Eso sí, verlo "imitando el lenguaje de los patos" no tiene precio.