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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Black Floyd:
9
Drama. Romance Harry Lund, de 19 años, trabaja en un almacén de vidrio y porcelana. Cerca de ahí trabaja Mónica en un almacén de vegetales. Mónica es una chica de 17 años alegre y feliz. Ella empieza una conversación con él al verlo en un café. Después de un tiempo se enamoran. Los dos son hostigados en su empleo por su edad. Mónica abandona su casa después de una discusión con su padre y Harry deja su trabajo después de una discusión con su jefe. Sin ... [+]
9 de mayo de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En parte, me recordó al cine neorrealista italiano. Los personajes son de clase baja, trabajadores que viven al día, con los problemas que la miseria de los barrios de clase obrera siempre tuvo y tendrá. Tabucos pequeños, hacinados, desordenados, sucios, superpoblados, asfixiantes. Jefes maltratadores, trabajos mediocres y mal pagos. O sea, nada que dejara demasiado sitio a la esperanza (y éste es un detalle sustancial para el desarrollo de la historia).

Harry (Lars Ekborg) conoce a Mónica (Harriet Andersson) en un café. Inmediatamente, mediante la excusa de pedirle fuego, ella lo avanza (algo inusual en esa época) y logra que él la invite al cine (por sugerencia de ella). Rápidamente entendemos la lógica de esa actitud osada, y la comprendemos. Mónica es una chica de carácter fuerte, dominante. Su innegable encanto radica más en su personalidad arrolladora y simpática que en su belleza. Es carnal, salvaje y sensual. Harry, sin madre, con un padre enfermo, es un chico tímido, que acepta tranquilamente los regaños de sus empleadores y su rutinaria vida. Pero Mónica cambiará su vida para siempre...

Sólo voy a agregar que el verano que todos hubiéramos querido vivir de jóvenes, prescindiendo de obligaciones, entregados a una libertad absoluta, a un sueño romántico y puro, no tocado por el martilleo de la conciencia, se vive en esta hermosa película. Pero todo sueño concluye, necesariamente.

El entorno natural ayuda a una fotografía espléndida y muy bien lograda (paisajes agrestes, la luz del sol rielando las aguas del mar, atardeceres cálidos, noches encendidas, figuras a contraluz, bosques y vegetaciones salvajes al borde de la playa), gracias al trabajo de Gunnar Fischer, quien colaboró en muchas otras películas de Bergman.

Excelente film, con un final notable y sincero.
Black Floyd
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