Una cosa que me sorprende de Denys Arcand, es que tiene la posibilidad de adaptarse a los tiempos actuales y de hacer películas que funcionan y tocan temas actuales. Crea personajes que podrán ser más o menos pedantes, pero son creíbles.

El protagonista de este filme, menciona a Heidegger y a Sartre, pero a la par hace referencias a Facebook y trabaja en una empresa de paquetería.

Y esto es un acierto de Arcand (ejemplo, Woody Allen sigue filmando películas como si fuesen los años 70) pues crea una historia que uno puede ver y contemplar. Y además con dosis de humor negro y muchos aciertos.

En este caso, son los diversos elementos de la cinta (sobre todo los personajes secundarios, tanto el de esa scort de lujo como el del ex-convicto que ejerce de coach financiero, los que dan elementos de entretenimiento a la película,

Un filme sencillo pero filosófico, sobre gente buena y que en principio viene a triunfar, pero que por azares de un mundo cada vez más acostumbrado a lo fácil y lo sencillo, se encuentrar en una monotonía.

Y es que el inicio del filme, va directo a la yugular. Un acierto en toda regla.

Que luego hay cosas (de verdad que manía de Arcand, con hacer policías rarísimos) que me pueden gustar menos, pero por lo general es una película aceptable, sencilla (dentro de lo complejo de sus diálogos) , con unos acertados toques de humor y un retazo aceptable.

Una película, para ver y disfrutar. Con algunas ínfulas filosóficas, pero que al acercar la acción al mundo actual y con unos personajes sencillos, al final es disfrutable para todos.