Haz click aquí para copiar la URL
España España · Sevilla
Voto de Cjacoana:
8
Drama En plena Segunda Guerra Mundial (1939-1945), los gemelos Egyik y Masik son llevados por su madre a vivir con su abuela. Lo que se pretende es evitarles los horrores de la guerra, pero no se librarán de ellos. Su abuela, a la que llaman “la Bruja”, los hará trabajar para ganarse el pan y, además, vivirán rodeados de muerte, violencia y destrucción. Los niños, que escriben cada noche en un cuaderno sus vivencias, deciden endurecer su ... [+]
26 de noviembre de 2013
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El gran cuaderno de János Szász es una historia brutal, cruel y descarnada como ella sola que narra la infancia de dos hermanos durante la II Guerra Mundial que se someten voluntariamente a una educación espartana macabra. El director avanza entre lo humano e inhumano. Muestra con una naturalidad apabullante la crueldad y los sucesos más horrendos. No titubea en su historia y se mantiene duro y firme, casi insensible.

La historia es descarnada y cruel, ya lo hemos dicho. Es directa, no maquilla las escenas más fuertes. Los dos niños, como poseídos por el Maligno, se les va la olla y se disponen a sufrir los tormentos más duros y exigentes con el fin de ser fuertes en un mundo que les da la espalda y en el que comportarse de esa forma fría, en el que matar si es preciso, resulta obligatorio si se quiere sobrevivir. Esta educación espartana se acepta como lo normal y lo lógico en tiempos duros. La historia va in crescendo en un ritmo macabro por episodios que son como lecciones de vida hasta la última que es la separación. Lástima que en los últimos minutos, después de una historia trabajada y turbadoramente interesante, al director se le crucen los cables y empiece a podar su guión.

Los hermanos actúan de forma perturbadora, con un rictus impávido se infligen los tormentos más desagradables inimaginables. La abuela, una alcohólica déspota es una genial arpía que contamina con su espíritu a los niños que al final pasarán del odio a la afección. El resto de los actores son reflejo de una sociedad castigada por la guerra y cómo esa forma de huir de ella, a guantazo limpio, es su forma de actuar frente a la adversidad.

El montaje es inteligente y sin tapujos aunque no se recrea demasiado en la tragedia si no afecta directamente a los niños. La escenografía es excelente: decrépita y ruinosa que induce inexorablemente a la crueldad.
Cjacoana
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow