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España España · salamanca
Voto de brochard:
9
Documental Un homenaje celebrado en Madrid nos abre la puerta a la Banda Trapera del Río, uno de los grupos más salvajes del rock español. Estos supervivientes de la transición en Cornellà narran su turbulenta historia y reflexionan sobre lo que podría haber sido y lo que ha quedado de todo aquello. (FILMAFFINITY)
23 de febrero de 2012
18 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Genial documental sobre la banda más original y auténtica del panorama rockero español, la inefable Banda Trapera del Río. Combinación de protopunk cañero, rabia charnega, quinquismo tardosetentero y ganas de hacer música pasándoselo bien, los traperos acabaron erigiéndose en portavoces oficiosos de las cloacas de las periferias urbanas. La Ciudad Satélite de Cornellà (actual barrio de San Ildefonso), era una de esas cloacas infectas donde se hacinaban curriquis y macarras, un caldo de cultivo ideal para algo como La Trapera. Pioneros del punk sin hacer punk (Morfi Grey: “nuestra música era mucho más cercana al hard rock que al punk, nuestras letras eran más cercanas al punk, nuestra actitud era hiperpunk”), enseñaron a toda una generación recién salida del franquismo lo que era hacer verdadero rock and roll sin concesiones.
El documental sabe contarnos la historia y la intrahistoria de la banda, contextualizándola perfectamente en el panorama musical, social y político de la época. Los testimonios de los miembros, bocanadas de filosofía popular, nos resumen perfectamente la esencia de la banda, manteniendo un interés en el espectador que jamás decae. Algunos momentos concretos de los testimonios (Juan Raf Pulido hablando del tema La Regla, de cómo compaginaba en los conciertos el trabajo de batería y de camello o de cómo se fumaba con ellos “La Nico”; Morfi Grey hablando de sus idas de olla estando colocado, etc.) son momentos cumbre de un hilarante surrealismo underground. También se nos relatan los dramas personales de los miembros de la banda, como la lenta e inexorable decrepitud del Tío Modes o la reclusión, depresión y posterior esquizofrenia de El Montoya.
Por otra parte, los testimonios ajenos a miembros de la banda nos sirven como muestra de la influencia que tuvo el grupo tanto en su época como en momentos posteriores, además de narrarnos anécdotas relacionadas con la promoción, las discográficas y los conciertos (la Belter, discográfica de Manolo Escobar y Conchita Bautista, lanzando a la trapera por desconocimiento; los punkis glamourosos de Madrid considerando quinquis callejeros a los charnegos de Cornellà; los miembros de La Trapera subiéndose a un tiesto cercano cuando una secretaria les dijo que para ver a su jefe “subieran a la primera planta”, etc.)
En el documental suenan todas las canciones del mítico disco homónimo de La banda trapera del río; seis de su segundo disco, Guante de Guillotina y dos del tercero y último, Mentemblanco. Yo, personalmente, echo de menos alguna referencia a Oficial Matute, el grupo derivado de La Trapera en el que Juan Raf Pulido cambió las baquetas por el micro y que sonaba también de lujo. Además de las canciones, puestas como música de fondo, se nos ofrecen imágenes de algunas actuaciones en directo (Musical Express, jornadas libertarias en Barcelona, etc.).
En fin, documental a la altura de ese gran icono musical, social e incluso político que fue La Trapera.
brochard
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