Mark Whalberg demuestra carisma una vez más y una verborrea locuaz, junto a Iko Uwais, dotando a su personaje de una fiereza controlada, descargándola a cuentagotas. Un cine de acción que se siente inteligente aunque no lo es. Tampoco es un encargo pero es una más con unas coreografías depuradamente crudas. Un espectáculo sin línea argumental(poco importa) aunque logra su propósito de darnos una buena dosis de adrenalina. Peter Berg sigue con su patriotismo.