La adolescencia, esa época tan difícil en la que somos totalmente vulnerables e influenciables, es el núcleo central en el que se mueve esta "The French Kissers" tan fresca y a la vez tan diferente de todas las que se le parecen pero que no son lo mismo.

En esa época se encuentran los dos protagonistas, que intentar buscar nuevas experiencias con las que iniciar su vida adulta. Todo es narrado de manera natural, a lo bestia cuando es necesario y sin cortapisas. Protagonistas que se enfrentan a sus miedos y entienden (con nosotros de testigos) que hay muchas cosas por descubrir. Los besos, las relaciones con el sexo contrario y los celos son el día a día de estos aún pequeños estudiantes que se cuelan en la gran pantalla para sorpresa de muchos.

Con un guión genialmente atrevido, la dirección es sencilla y directa, sin esconder nada y sin guardarse nada en los bolsillos. Aquí no todo se acaba cuando el protagonista consigue lo que busca, sino que, tal y como pasa en la vida real, todo fluye y sigue su camino con sus cosas buenas y malas. Ésta es la parte que la diferencia de otras del género y por la que "The French Kissers" no decepcionará a todo aquel que la vea.