En 2012 Scott Derrickson dirigió Sinister, en esta ocasión hace las labores de director el irlandés Ciaran Foy realizador de cortos que en el mismo año probó con el largo Citadel, una cinta de terror con la que tuvo un relativo éxito.
En esta secuela el guión como en la primera corre a cargo de Scott Derrickson y C.Robert Cargill.
En el reparto repite James Ransone, dándole continuidad al personaje de ayudante del sheriff que protagonizaba en la anterior, Shannyn Sossamon que participó en Destino de caballero (2001) junto al malogrado Heat Ledger, los jóvenes hermanos Robert Daniel Sloan y Dartanian Sloan.
Después de los acontecimientos ocurridos en la primera parte donde Ashley la hija del escritor Ellison Oswalt es secuestrada por Mr. Boogey o Bughuul.
Nos encontramos a Deputy ahora ex oficial del sheriff que colaboró con Ellison a descubrir la leyenda del Bughuul y que ahora se dedica a quemar las casas donde a tenido presencia el ser diabólico. Cuando llega a la casa donde vivió Ellison se encuentra que está habitada por una mujer Courtney (Shannyn Sossamon) con sus dos hijos gemelos Zack y Dylan.
Uno de los niños será atormentado por un grupo de niños fantasmas que le obligarán a ver las fatídicas películas para evitar que se sigan produciendo las pesadillas que tiene cada noche.
Aunque sus oscuras intenciones es que se unan a ellos.
La madre tendrá que luchar con la situación desesperada de sus hijos y el acoso de su ex marido que es un loco pervertido.
La cinta se mueve en los términos de su antecesora pero con un guion flojo que no se sostiene y no llega a enganchar en ningún momento. Aburrida a más no poder, no produce tensión ni siquiera sería capaz de asustar a un niño destetado. Actuaciones penosas, ni siquiera los secundarios logran levantar el muerto, Lea Coco(el nombre es lo que más miedo da) como Clint el perturbado ex marido ni John Beasley en el papel de cura que aunque su actuación es breve resulta insulsa, creo que ni siquiera el hábito era de su talla.
La composición musical que en la anterior nos ponía los pelos como escarpias aquí chirría por todos lados, yo creo que contrataron para esta a Un Pingüino en mi ascensor.
Mala de narices, obvio queda que no se la recomiendo ni a mi peor enemigo pues mandaría asesinarme.