Siempre me llamó la atención esta película y me ha sorprendido mucho al ver como coge las películas de adolescentes anteriores a esta como Crueles intenciones, American Pie, 10 razones para odiarte y American Beauty entre otras para hacer una batidora de gags sin sentido y absurdos para entretener y divertir a partes iguales. Es cierto que abusa de algunos chistes repetitivos y personajes un tanto cargantes como los jóvenes salidos. Reune momentos para recordar, asquerosos y totalmente impredecibles que rompen con cada tópico del género y por ello la película se autoparodia y se autodefine como la película anti-americana riéndose de todo lo expuesto. Algo así como la Scary Movie de las comedias para adolescentes. Chris Evans estaba empezando y hacía sus pinitos aunque tuviera que enseñar más cacho de lo normal. En definitiva, un conjunto de gags constantes sin mucho sentido, un guilty pleasure para disfrutar entre colegas, exclusivamente para adolescentes que quieran desconectar el cerebro y reírse pero no le busquéis la verosimilitud, todo está exagerado. Muy divertida.