La escalera de Jacob es una película original, extraña y bien interpretada por Tim Robbins. Tiene una buena banda sonora y fotografía pero desgraciadamente es una película complicada de entender o al menos a mi me lo parece salvo por el tramo final que lo explica muy bien y sin duda me parece lo mejor de la cinta. La crítica al ejército está explícita y eso hay que alabarlo. Tiene escenas terroríficas e intensas que ponen la piel de gallina gracias a la solvente dirección de Adrian Lyne pero por lo demás, por sus semejanzas con la biblia y por distinguirse del resto de películas es digna de mencionar porque no encuentro ningún parecido a ninguna película relacionada. Se han atrevido a arriesgar y a contar algo distinto, quizás si hurgamos en la herida encontraríamos algo que posteriormente se asemejaría a esto como El sexto sentido pero ambas son cintas distintas. No es un entretenimiento al uso y puede limitarse a un público ya definido, cine de autor del que pensar pero sin exceso de comercialismo ya que no abarca a todo tipo de público. El entretenimiento lo encontrarás si logras conectar con la trama y el personaje, sino habrá momentos en que la pesadez la notarás, yo al menos lo noté y no creo que vuelva a verla por las imágenes perturbadoras que la rodean pero si valoro que hay momentos dignos de recordar, es una historia diferente y la actuación de Robbins es genial.