No veía Dragonheart desde la infancia pero recordando un poco la maravillosa banda sonora de Randy Edelman pues decidí revisarla años después y la verdad es que me sigue fascinando como la primera vez aunque claro está con sus tópicos y sus momentos previsibles si conserva momentos inigualables y emotivos como para recordar. La dirección de Rob Cohen no está mal y los efectos del dragón sorprenden bastante para la época, un desconocido físicamente Dennis Quaid logra una solvente interpretación al igual que un divertido Pete Postlethwaite que en paz descanse brilla como secundario, cosa que David Thewlis sobreactúa bastante y da mucha grima su personaje un tanto ridículo.
La historia es muy básica y si nos guiamos por los parámetros de la cinta y el comienzo se puede intuir por donde va a tirar la cinta sin sorpresas aunque en cierta manera logra conmover y arriesgar y eso hay que tenerlo en cuenta. Una película de aventuras muy entretenida y amena para recordar más que nada por el dragón que tiene muy buena química con Quaid y vemos como Rob Cohen antes era un buen director en su época brillante ya que actualmente está bastante perdido. Posteriormente saldrían secuelas que no quiero ni ver. Buena.