Me parece muy creíble como un vulcanólogo viudo que llega a un pueblo (el que da título al film) con una posibilidad de que su volcán entre en erupción. Se une con una guapa alcaldesa que tiene el rostro de Linda Hamilton (muy lejos de su personaje de Sara Connor en Terminator) para determinar qué hacer si se llega a dar el caso más extremo. Y quieran o no, acabarán sintiendo una innegable atracción el uno con el otro. Sí, hacen buena pareja. Como digo, él viudo y ella separada con dos hijos (un niño y una niña, los cuales no llegan a niveles cansinos, se llegan a soportar sus escenas, dentro de lo que cabe, y sirven de algo, no solamente para poner más nervioso al espectador de turno). Los efectos especiales y visuales cumplen. Cumplían en su época (como pasa el tiempo, el año que viene, en 2016, se cumplirán veinte años de su estreno en salas de cine) y cumplen actualmente. Esa lava me parece de lo más realista. En cuanto al apartado musical, la parte instrumental corre a cargo de John Frizzell, junto al tema principal, cuyo encargado es James Newton Howard, y que me parece muy buena. Pega mucho con lo que se ve en pantalla.
Muy recomendable para pasar cerca de dos horas pegado a la pantalla y disfrutarla entera. Mi nota final es de 8/10.