Me encanta cómo esta película reparte bien el tiempo entre su juego y su mente. Bobby era particular, cualquiera que haya leído sobre él lo sabe, sobre todo hasta qué punto se perturbó tras dejar el ajedrez (lo único que parecía mantenerle un poco con los pies en la tierra). Es un interesante relato que nos abre a su mente, a su juego y al momento histórico tan importante que le tocó vivir.
Tiene algún problema de ritmo, pero en general es muy buena película y recomendable para todo aquel que esté interesado en uno de los mejores ajedrecistas de la historia.