Tres títulos, tres críticas. Se recomienda empezar por el spoiler en el que les estropeo la sorpresa final de la peli (ups), continuar con cualquiera de las críticas, seguir con alguna de las que queda. Ya puestos, leerse la que falta y degustar el resumen y anexo finales para redondear la jugada. El autor se congratulará sobremanera, si usted decide, además, valorar la crítica en el sentido que sea:

- A veces veo muermos.

Es cierto que El bosque y La joven del agua fueron infravaloradas, pero ésta no. Madre mía que rollaco de peli. Peregrina a más no poder. Estética de telefilm barato. La música no está mal, pero queda ridícula al intentar dar emoción a escenas insulsas, cuando no absurdas. Se salva el manejo de cámara, pero no la historia, ni las interpretaciones, ni el final ¿sorpresa? Si se ve venir desde el momento en que se cruzan los dos personajes: uno fuerte, pero frágil; uno cuida, al otro lo cuidan; uno blanco, otro negro; uno sencillo, el otro retorcido; uno discreto, el otro excéntrico; uno superhéroe, el otro…

Y eso de que el héroe necesita al villano y viceversa es mas viejo que el tanto monta, monta tanto. ¿De verdad tenía que venir Shyamalan a explicarlo? Por dios, como si el mundo del comic de superheroes se basara sólo en el maniqueísmo. El análisis del autor es tan reduccionista que al final es simplón.

Lo de la galería de arte comiquero con esos cutre dibujos ya es la muerte (con el presupuesto que contaba bien podía haber encargado unas ilustraciones de superhéroes un poco mejores que permitiesen tragarse la absurda idea de que una galería de ese tipo pudiese funcionar con semejante género y cuando la regenta un tío tan borde e incapacitado). Hasta se me han quitado las ganas de seguir leyendo cómics de lo patético que resulta. Más que un homenaje parece una crítica.

Mantener el tono deprimente, la sorpresita final y el niño angustiado es un grave error por parte del director, pues estos tres factores encajaban perfectamente en la notable El sexto sentido, pero no pegan ni con cola con esta historia y sus personajes. Además cuenta con escenas poco menos que interminables. Así que donde dije muerto, digo muermo.

- De to tiene que haber.

Osea, que partimos de la premisa de que si hay gente con huesos frágiles, tiene que haber gente con esqueletos irrompibles, inmunes a las enfermedades con cualquier etiología y con un “sexto sentido” para detectar el crimen. Esas fantasías quedan bien en las historias de superhéroes al uso o en sátiras sobre ese mundillo, pero no en un drama tristón que trata de dar trascendencia a lo intrascendente. Ni génesis de mitos ni na.
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Y ya puestos a desarrollar esa idea de partida, ¿no puedes hacerlo de forma un poco menos simplona? Alan Moore con Watchmen quiso acercar el mundo superheroico a la compleja realidad y de paso argumentar sobre la génesis del superhéroe aportando muchas más ideas y desarrollando un contexto y una historia mucho más ricas. Así que sí se puede.

En El protegido no veo sentido a tanto minimalismo, la verdad. Quizás en un cortometraje para reducir el cansineo de tanta estirada de chicle. Pero bueno, en la viña del señor…

- El potregido (AKA potraman)

Puestos a analizar el personaje de Bruce Willis y su integración en la trama, me parece que hubiese sido más interesante hacer evolucionar la historia hacia un final en el que resulta que el potregido sólo había tenido suerte hasta entonces y que el señor de cristal estaba equivocado e hizo lo que hizo por nada. Eso sí sería desolador como final, el potregido, debería morir al final en brazos de Duralex man reforzando la frustración y vacío del último y castigando la indolencia del primero, para llegar a la conclusión de que los mitos son mitos y residen en un mundo metafórico, cosa que pega mucho más con el tonillo de drama existencial que se nos muestra.

En cualquier caso, si se pretenden extrapolar lo mágico a un entorno tan convencional, hay que aportar algo más. Para fantasías que se vuelven realidad hay múltiples ejemplos de obras mejor enfocadas y el propio Shymalaian logró un resultado mucho más convincente en la posterior La joven del agua.

- Resumen a las tres críticas y anexo de pros y contras.

Hay dos tipos de pelis lentas. Las buenas y las malas. Ésta es mala. Y el análisis de la génesis de un superhéroe es más que simplista.

Están medio bien: la secuencia de la escalera, la de las pesas, la cena en el restaurante que es ingeniosa y le da un poco de vida a los personajes del héroe y la mujer, la conversación en el tren, la pelea con el psicópata y en general el uso de la cámara que juega con la simetría y con secuencias tipo transición de viñetas en un cómic.

Están muy mal: que al niño no hay quien lo aguante y que los cuatro personajes principales sean planísimos, sin matices. Sólo transmiten un sentimiento cada uno de ellos (depresión, obsesión, resignación y frustración).

Muy muy mal: las ilustraciones y la conversación sobre su simbología de comic baratera, la risible escena de la tienda de comics y las caras de trascendencia de Samuel L. Jackson durante ésta (se lo merece por haber aceptado el papel), la galería de ¿arte? Y lo de la pistola ¡Qué cosa más sacada de quicio!

Y por fin....

¡ATENCIÓN LA VERDADERA SUPERSORPRESA FINAL MARCA DE LA CASA! (Luego no se lo cuente a sus conocidos por no estropearles el subidón)