US 
Canadá 
México 
España 
UK 
Irlanda 
Australia 
Argentina 
Chile 
Colombia 
Uruguay 
Paraguay 
Perú 
Ecuador 
Venezuela 
Costa Rica 
Honduras 
Guatemala 
Bolivia 
Rep. Dominicana
Voto de marcospeliculas:
Comedia
En los oscuros y antiguos archivos de la Biblioteca Nacional funciona “El club de los Espíritus Patrióticos”. Sus miembros son siniestros fantasmas de la historia argentina, que desde la época de fundación del club, en 1493, confabulan para tomar el poder de la república. En la actualidad, con el brazo armado de Dante Gigliotti (Héctor Malamud), se encuentran preparando un nuevo golpe de estado. Pero, Ana Mil (Alicia Zanca) y Carlos ... [+]
30 de septiembre de 2023
Sé el primero en valorar esta crítica
La finalidad de este film es aleccionar a los argentinos en resaltar quienes serían los supuestos culpables de que la Argentina y su pueblo no puedan crecer y ser felices.
De esta manera, unos periodistas investigan a un sospechoso que se conecta con los 'espíritus patrióticos', que dan nombre a la película, que vienen del más allá, que están en la 'Patria' desde siempre, y que representan a los sectores de poder a los que se quiere culpar y ridiculizar por las desgracias criollas, a saber: la oligarquía, los terratenientes, los militares, el clero...
Todo es confuso, mal actuado y dirigido, exageradamente grotesco, con un tono entre la comedia, la denuncia, lo onírico y lo fantástico. Lo que se observa es de escaso valor e interés, tanto argumental, como en lo técnico y actoral. La hora y media de duración se hace eterna.
El grado de subrayado en el mensaje es muy obvio y demasiado explícito, ridículamente simplista, casi escolar: los malos poderosos y los buenos héroes idealistas. Se inscribe en los finales del cine democrático 'post dictadura', donde varias producciones cinematográficas estaban convencidas de que 'había que decir cosas' a nivel socio político. Pero con un cortometraje de 8 o 10 minutos hubiera alcanzado, y se hubiera entendido la metáfora.
Nota: 1 (uno)
De esta manera, unos periodistas investigan a un sospechoso que se conecta con los 'espíritus patrióticos', que dan nombre a la película, que vienen del más allá, que están en la 'Patria' desde siempre, y que representan a los sectores de poder a los que se quiere culpar y ridiculizar por las desgracias criollas, a saber: la oligarquía, los terratenientes, los militares, el clero...
Todo es confuso, mal actuado y dirigido, exageradamente grotesco, con un tono entre la comedia, la denuncia, lo onírico y lo fantástico. Lo que se observa es de escaso valor e interés, tanto argumental, como en lo técnico y actoral. La hora y media de duración se hace eterna.
El grado de subrayado en el mensaje es muy obvio y demasiado explícito, ridículamente simplista, casi escolar: los malos poderosos y los buenos héroes idealistas. Se inscribe en los finales del cine democrático 'post dictadura', donde varias producciones cinematográficas estaban convencidas de que 'había que decir cosas' a nivel socio político. Pero con un cortometraje de 8 o 10 minutos hubiera alcanzado, y se hubiera entendido la metáfora.
Nota: 1 (uno)
