Rodada toda ella en plató cerrado, en una habitación donde el maestro Hitchcock mueve a su antojo a los actores, mientras va tensando poco a poco la situación. Dos jóvenes matan al tercero, por simple capricho, por demostrar que el crimen perfecto existe. Las cosas se tuercen cuando su viejo profesor se presenta a la fiesta que están dando, con el cadáver escondido en el arcón a la espera de deshacerse de él.
La película ahonda con maestría en la mente del psicópata,magistral cuando dice la frase: "El asesinato es un delito para la mayoría, pero un privilegio para unos pocos" Mientras uno conserva la serenidad y la frialdad, el segundo poco a poco se va mentalmente desmoronando a medida que la realidad de lo que han hecho penetra poco a poco en su mente.
Magníficamente escrita e interpretada, breve, intensa y satisfactoria. Rodada en 1940 con un claro mensaje final contra el fascismo. Hitchcock se posicionaba así políticamente.

La soga, título de la película y también el instrumento con el que han asesinado a su amigo, es también la metáfora de la soga que se va cerrando en torno a los asesinos.