Considerándome de antemano un fanático del cine de terror de los 80, creo que es una lástima que cintas más accesibles como Poltergeist alcancen la fama y éstas queden en el olvido. No olvidemos que la cinta guionizada por Spielberg es casi un plagio en mi opinión, lo que me parece aún más denunciable.

El ente es una cinta que he visto con demasiada tardanza. ¿Por qué? Porque un cinéfilo se suele mover por la opinión del público, de sus más afines. Y esta película nunca ha sobresalido entre las recomendadas. Pues bien, debo decir que me ha sorprendido gratamente pues aún desbocándose a un ligero tono comercial de cara al final, durante gran parte de su metraje mantiene un tono bastante serio, ameno y, sobretodo, bien ejecutado.

La dirección es inesperadamente excelente. Se percibe un buen gusto detrás de las cámaras buscando encuadres originales y planos que transmitan realmente el terror de la protagonista. Además, la banda sonora que acompaña al mencionado ente no puede ser mejor. Eludiendo los comunes efectos de sintetizadores o música chirriante que mantiene la tensión, aquí se opta por un ritmo tosco y brutal. Nada usual. Basta con ver la primera violación para percatarse de la calidad de todos estos aspectos.

No obstante, a pesar de contar también con una buena interpretación principal a cargo de Barbara Hershey, existen algunos fallos. El personaje del psiquiatra, para empezar, termina resultando excesivamente cargante como ya han comentado muchos en esta web. Su incesante empeño en racionalizar las desgracias de la protagonista resulta monótono. Además, la segunda media parte del filme decae desgraciadamente en un producto mucho más similar a una cinta correcta y comercial de ciencia-ficción donde el terror psico-sexual se pierde. Algo a lo que vendría ser Poltergeist, vamos.

Aún así, es muy recomendable. Y no olvideis el indudable morbo que transmite Barbara en todas sus escenas. Tremenda.