Digamos de entrada que la presente obra ha sido tradicionalmente considerada la mejor de su director, siempre y cuando nos refiramos a Werker, realizador oficial de la cinta, y no al oficioso, Anthony Mann, cuya labor permaneció oscurecida durante varios años.

El caso es que el argumento del filme se parece bastante al de la precedente obra de Mann, "T-Men", y del mismo modo goza de similares defectos y virtudes, si bien la aquí comentada me parece, en conjunto, algo inferior. Es un panegírico del departamento de policía de la ciudad de Los Ángeles, que persigue a un ladrón y asesino del que desconoce prácticamente todo.

La tendencia documental de estas películas perjudica seriamente el resultado final, especialmente por culpa de la tediosa voz en off, y también por la falta de nervio, de dramatismo, con la que se muestra la investigación policial. Es por eso que los mejores momentos del filme son aquellos en los que se nos muestra al criminal, pues es entonces cuando las imágenes cobran mayor vida y audacia, gracias una vez más a la excelente fotografía de John Alton, y a la planificación de algunas secuencias, que por lo visto deben atribuirse al genio del director oficioso. Por lo demás, ni las interpretaciones ni el guión aportan demasiado, y los personajes principales carecen de profundidad o personalidad, sirven únicamente como marionetas útiles para el desarrollo del argumento.

No obstante, hay dos momentos en la película especialmente brillantes; el primero, cuando el criminal vuelve a la fábrica de equipos electrónicos para presionar a Reeves. Rodado en interiores, aprovechando los claroscuros propios de la noche urbana, es un festival de picados y contrapicados de gran dramatismo en el que la acción cobra un dinamismo soberbio. El otro, ya mencionado por otros usuarios, es la persecución final desarrollada en las cloacas; no entraré en la comparación con lo que al año siguiente haría Reed (¿o Welles?) en "The third man", limitándome a constatar el enorme parecido entre ambas secuencias y a apuntar que ésta me parece mejor fotografiada. Cuenta además con un par de travellings breves muy notables, y en conjunto transmite una enorme impresión de realismo.

Por tanto una película interesante aunque imperfecta e irregular; es una lástima que el verdadero director sólo se dejase ver un par de veces, justamente en los momentos más oscuros y vibrantes del filme.