Masacre zombie es una obra maestra de la caspa y el mal gusto. El Santo Grial de los zombies podridos con sus rostros plagados de larvas, lombrices y hongos cadavéricos.

La primera vez que ví esta bizarrada quedé completamente fascinado por sus zombies, el abundante gore desenfrenado, pero lo mejor de toda esta joya es el niño raro que intenta meterle mano a su propia madre durante toda la peli... Hay que ver como le gusta palparle los pechos a su pobre madre.

La película se vuelve interesante nada más comenzar cuando un científico que parece sacado de una cueva cavernícola resucita a los muertos de un cementerio Etrusco, aunque todavía no he logrado saber como los resucita, pero en fin, sigamos...
Tras este hecho un grupo de personajes pintorescos comienzan a ser atacados por los zombies que van apareciendo en manadas. Finalmente todos los personajes terminan buscando refugio en una gran mansión cercana. A partir de entonces son acechados en todo momento por una horda de zombies.
El mejor Andrea Bianchi nos presenta su mejor locura aberrante con salvajes y largas secuencias de gore del bueno, unos personajes surrealistas y demenciales que le dan un aire de pesadilla a la película digno de admiración.
Pero para mí la estrella de la película es el niño incestuoso, me parto de risa cada vez que sale, pero sobre todo con el apoteósico final que sin duda es uno de los finales más grandiosos que se pueden ver en una película de zombies.
Existe una versión extendida de la película con una duración desproporcionada que parece que nunca se acaba.

Una joya imprescindible del subgénero de zombies tan aberrante como fascinante.