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Voto de Elcinederamon:
8
Drama Thomas, un pastor protestante que celebra los oficios religiosos con la iglesia casi vacía, es un hombre solitario que sufre una profunda crisis espiritual y cuya vida carece de sentido. Incluso el amor que le profesa la maestra Marta se ha vuelto para él una carga insoportable. Su situación se agrava al verse incapaz de ofrecer ayuda alguna a una pareja de campesinos que acuden a él para pedirle consejo. (FILMAFFINITY)
6 de agosto de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los comulgantes (1963) de Ingmar Bergman es un drama psicológico sobre las dudas de fe que un pastor protestante tiene en un momento delicado de su vida. Dirigida con un ritmo lento y con el estilo propio e íntimo del director, es una obra reflexiva que tiene como base la religión y las consecuencias que se derivan de la indecisión que esta supone para el religioso en un momento dado, desencadenando en la culpabilidad y la desesperación de volver a encontrar su camino. Realizada de forma excelente tiene un resultado que evidencia de modo notable la incertidumbre sobre las creencias y miedos del propio director.
La fotografía en blanco y negro está repleta de detalles alusivos y tiene una terminación exquisita en el buen uso de imágenes que te transportan. La música eclesiástica ocupa gran parte del film por las misas, usándose también con mucho acierto los sonidos de relojes que ralentizan el tiempo y asfixian al protagonista en su propia angustia. Los planos y movimientos de cámara completan un soberbio trabajo técnico que se centra en las expresiones de los actores a través del uso de primeros y primerísimos planos, detalles, avanti y retroceso.
Las actuaciones están cargadas de tensión dramática. Como principales Gunnar Björnstrand hila un deslumbrante papel con hundimiento psicológico, Ingrid Thulin señalada en su labor emocional y Max von Sydow contundente en su depresión aunque poco hablador, siendo convincentes las interpretaciones de Gunnel Lindblom, Allan Edwall y Köldjorn Knudsen entre otros. La dirección artística emplea para estos unos vestuarios y caracterizaciones formales además de evocadores según el personaje, al igual que los oportunos decorados.
El guion, escrito por el director, es implacable e incitador al recalcar con una trama penetrante y a través de un pastor las propias dudas y miedos del director, llevándolo a cabo con un tono pesimista que perturba al público en un excelso trabajo muy en la línea habitual de Bergman. Esto es llevado a cabo con una narrativa sombría y desmoralizadora por parte del principal que es equilibrada en una impoluta labor lingüística y, en alguna escena, mirando a la cámara para explicar al público las impresiones mismas sobre el religioso por parte de la maestra.
Concluyendo, la considero una obra esencial e indeleble del género y por supuesto del director, por tener una trama provocadora que pone a prueba la fe y la religión en el peor momento personal de un pastor que no es capaz de salvar la vida de uno de sus fieles y se pierde aún más en su desdicha. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, planos, movimientos de cámara, vestuarios y narrativa que vuelven a Los comulgantes, una de las cintas más destacables del director que gustará a todos sus seguidores y a los cinéfilos que busquen cintas profundas típicas del cineasta sueco.
Elcinederamon
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