Pequeña gran obra de arte de Charles S. Dutton comprimiendo un año de la vida de una familia compuesta por tres miembros, Gary (T.K.Carter), Fran (Khandi Alexander) y su hijo De André (Sean Nelson), una familia de drogodependientes en su lucha diaria por conseguir una dosis (diez dólares), y su vida de trapicheo alrededor de la esquina, el lugar donde se produce el tráfico de estupefacientes.

Gran drama social el que nos ofrece para que lo veamos, para que los sintamos y lo evaluemos en nuestras propias mentes, sin parches, sin artificios, la vida real de esta familia y de muchas otras en Baltimore, las dificultades para vivir como drogadictos y las tremendas dificultades para salir de la droga, del consumo diario, con flashback del pasado de los protagonistas cuando no habían entrado en esa miseria que destruye cuerpos y vidas, sueños y almas, que nos señalan lo que pudo ser y no fue.

El epílogo definitivo, permitiéndonos conocer a sus protagonistas reales, a los que vivieron al infierno y sobrevivieron, y de los demás, de los que se quedaron en el camino, con la reseña de sus muertes y como ocurrieron.

Destacar por último a su creador, David Simon, y los guionistas Edward Burns y David Mills, que un par de años después ampliaron la perspectiva y la vida de una ciudad como Baltimore en la excepcional "The Wire".

Serie de matrícula de honor, sin duda, un 10.